Son vistosos, coloridos, y durante la primavera y el verano nos proporcionan sombra y frescor en nuestros balcones: los toldos nos acompañan hasta el otoño y se retiran entonces a descansar.
¿Cómo debemos limpiar el toldo para alargar su vida útil y mantenerlo como el primer día? Al terminar el verano, es conveniente hacer una limpieza a fondo de nuestro toldo exterior, con el objetivo de dejarlo plegado durante el resto del año hasta la primavera siguiente.
Es importante recalcar que antes de plegarlo debe hacerse esta limpieza ya si se guarda con suciedad, y sobre todo con humedad y moho, estos se propagaran, afeando al toldo y tomando malos olores, pudiendo incluso deteriorar su estructura.
Pasos para mantener limpio un toldo exterior
Para limpiarlo, debemos seguir unos sencillos consejos:
Aplicar jabón suave, agua templada, cepillo y una escalera. Es conveniente tener cerca bicarbonato de sodio o vinagre.
En primer lugar, hay que centrar la atención a la lona. Con la ayuda de la escalera y el cepillo se hace una cepillada profunda de la lona y toda la estructura del toldo para remover el polvo y todo el sucio sólido que pueda haber en la superficie del mismo.
Para la limpieza de la lona, es preferible cepillar usando jabón y agua. No usar lejía, puesto que la misma puede decolorar la lona.
En caso de que la lona mostrase moho, el mismo puede ser retirado utilizando una solución a partes iguales de bicarbonato de sodio y agua. También se recomienda el uso de alcohol isopropilico.
Hay que verificar luego el estado de las bisagras y partes de metal, verificando si hay presencia de humedad o de moho. En caso de encontrar moho, hay que utilizar la misma solución de bicarbonato de sodio y agua, y asegurarse de que no queden restos, del mismo, en ninguna sección del toldo.
Una vez completada la limpieza, enjuagar el toldo. Si la ubicación lo permite, usar una manguera, o si no, limpiarlo desde la escalera con agua y ayudándose con un cubo.
Ya enjuagado, se espera a que esté seco para verificar con atención las bisagras y componentes metálicos, para prevenir daños posteriores por oxidación.
Finalmente, puede aplicarse una capa de sellador, si se considera necesario.
Ahora, ya estamos en condiciones de plegar nuestro toldo y guardarlo para el año que viene.
Si oportunamente hacemos un mantenimiento anual de nuestro toldo, antes de plegarlo en el otoño, lo mantendremos vistoso y funcional durante mucho tiempo