Antes que todo, debes comprar el marco de la puerta junto con la puerta, puede que la puerta venga desmontada en tres piezas, móntalas haciendo los agujeros para los tornillos antes de ponerlos.
Ya que tengas el marco y la puerta, tienes que medir el marco y el hueco de la puerta. Si ambas partes no casan bien deberás usar un cepillo manual para rebajar la puerta hasta que cuadre perfectamente.
Después atornilla la puerta a la pared. Para hacerlo primero tendrás que hacer los agujeros en la madera, y con una broca para cemento más fina que los tornillos seleccionados para fijar el marco, haz los agujeros en la pared. Es recomendable que también sean tornillos de espárrago.
Ayúdate de un nivel para que todo quede bien alineado.
Este paso es opcional, puedes hacer una ventana superior encima de la puerta para que entre luz. Haz un rebaje de 45º en cada lado del marco y fija el travesaño por el exterior. Si decides hacer esta parte, ¡hazla antes de atornillar el marco a la pared!
Ahora es el momento de tapar los agujeros de los tornillos. Aquí tienes dos opciones:
1. Puedes usar trozos de madera con la misma medida que los agujeros.
2. O bien, taparlos con masilla de aserrín del mismo color que la madera. ¡Tú eliges!
Coloca las bisagras haciendo un pequeño rebaje de un par de milímetros tanto en el marco como en la puerta. Fija ambas partes con los tornillos. ¡Pide ayuda a un amigo para que te sujete la puerta!
¡Para acabar coloca las jambas! En este vídeo-tutorial de Luis Lovon también podrás ver cómo se coloca la manilla de la puerta. ¡No te lo pierdas!
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