Una cocina de juguete es el regalo perfecto para cualquier niño. Por eso, hoy os proponemos montar una bajo los principios del reciclaje, consiguiendo un resultado económico y original. ¡A los peques les encantará!
La primera idea es convertir una mesa de centro en nuestra cocina de juguete, con la que conseguiremos un resultado más que convincente. Para ello, añadiremos nuestros fogones (si queremos que tengan relieve, podemos usar tablas redondas de cocina de diferentes tamaños y pintarlas), el fregadero (para lo que tendremos que desmontar la mesa y realizar el hueco correspondiente), y añadir el grifo, los mandos y detalles como una pequeña percha.
Fotografía de Just a girl
Otra idea es convertir dos mesillas que vayamos a desechar en una estupenda cocina de juguete, de un estilo similar al que vemos en la fotografía, solo tendríamos que adaptarla. Así, una de ellas tendremos que desmontarla, para poder recortar el hueco en el que encajaremos el fregadero. Después, solo quedarán los detalles.
Fotografía de Strawberryowl designs
De este modo, añadiremos la grifería, realizaremos los fogones con fieltro, por ejemplo, y colocaremos unos picaportes como botones de mando. Por último, podemos quitar la puerta de una de ellas y sustituirla por una bonita cortina, y, en la otra, cambiar la posición de las bisagras para transformarla en un horno.
Por otro lado, tenemos una opción mucho más sencilla, que es fabricar un modelo en cartón, como el que nos enseñan en Naranjas y Limones. Para ello necesitaremos una caja de cartón, pintura e imaginación para añadir los detalles. Por ejemplo, tapones como botones, papel de aluminio para simular el horno..
¿Con cuál os quedáis?