A primera vista nos gustó mucho su diseño y, tras comprobar que la madera estaba en perfecto estado y ausente de carcoma...decidimos que la tapicería y el color marrón "brilloso" de la madera eran los únicos inconvenientes que tenía este viejo mueble...y para las chicas de TCT los inconvenientes son oportunidades, así que nos pusimos manos a la obra.
Lo primero que hicimos fue quitar el tapizado con ayuda de un cúter y, a continuación, todas las grapas una a una... esta tarea es la más larga y laboriosa de todo el proceso, que pone a prueba la paciencia hasta de los más fieles amigos que decidieron pasar con nosotras la tarde(*)....
Una vez retirada toda la tela, nos queda lijar la madera y darle una capa de imprimación, para después darle 2 capas de esmalte mate blanco.
Dejamos secar y le damos un acabado de barniz mate para proteger la pintura.
Para el tapizado de la tela adquirimos esta vistosa tela de coches Mini Cooper que nos encantó.
Os aconsejamos que, si decidís tapizar alguna silla ó butaca, compréis tela un poquito más gruesa, aunque son algo más caras que las telas normales, a la larga os merecerá la pena ya que será una zona que se castigará mucho y debería ser más resistente.
Fuimos estirando muy bien la tela (para evitar que nos quedasen arrugas) y grapándola a la madera de la butaca con mucho cuidado.
En una mercería compramos pasamanería color marfil ó blanco roto y lo fuimos pegando con un adhesivo especial para textil a todo el contorno para ocultar las grapas y disimular las imperfecciones.
La parte de abajo la cubrimos con un sobrante de tela que teníamos por casa y la grapamos.
Y, tras un duro trabajo, el resultado de la transformación de nuestra butaca ha sido éste:
¡ Además es un muy cómoda!
¡Un abrazo a tod@s y ánimo que mañana ya es viernes!
(*) NOTA ACLARATORIA: una vez terminada la tarea compensamos a nuestro peludo amigo por su infinita paciencia