Desde el punto de vista de la vivienda, la luz natural nos permite gozar de un hogar más confortable. Durante el invierno, la incidencia de la radiación solar ayuda a calentar el interior de la vivienda, provocando una mayor sensación de bienestar. Por su parte, ni qué decir el ahorro que supone, ya que no solo nos permitirá reducir el consumo en calefacción, sino también en electricidad, al poder prescindir durante unas horas de la iluminación artificial.
Por su parte, no podemos olvidarnos de lo que la luz natural supone para nuestra salud. Desánimo, apatía, frustración... son algunas de las emociones que podemos experimentar como consecuencia de la falta de luz, y es que no me negaréis que levantarse en un hogar lleno de luminosidad levanta mucho el ánimo, ¿verdad? De hecho, es curioso que en lugares con una gran escasez de horas de luz natural, como los países nórdicos, el índice de personas con depresión e, incluso, suicidios, es uno de los más altos del mundo.
Es por eso que ahora que en esta parte del mundo atravesamos la estación más fría del año vamos a ver algunas de las claves que nos permiten aprovechar al máximo la luz del sol.
1. Parece obvio, pero a veces se nos pasa de largo, y es alzar las persianas y descorrer las cortinas por la mañana al levantarnos. Además, ya no solo por un tema de iluminación, sino que también debemos abrir las ventanas al menos 10 minutos al despertarnos para ventilar la casa y renovar el aire del interior. Si nos molesta mucho el sol, lo mejor es contar con unas cortinas translúcidas y finas, que permitan entrar la luminosidad pero que impidan la incidencia directa. Eso sí, podemos acompañarlas de unas cortinas gruesas y opacas que podamos correr durante la noche para mejorar el aislamiento.
2. Es importante dar uso a todas las ventanas de la casa, valorando las horas de sol, la orientación de la vivienda... Nada de condenar algunas ventanas con las persianas bajadas todo el año.
3. Es recomendable dejar abiertas las puertas de la casa para que la luz que entra por la ventana pueda fluir a lo largo de la vivienda.
4. En esta época del año se recomienda dejar pasar la luz a través de los cristales al mediodía, ya que estos actúan como lupa, calentando la estancia.
5. Si tenemos zonas o estancias abuhardilladas, las claraboyas son, sin duda, nuestras mejores aliadas, ya que nos permitirán aprovechar al máximo la luz del sol.
6. En cuanto a la decoración, es importante recordar que los colores claros son grandes amigos de la luz. Los muebles en tonos blancos y crudos ayudarán a reflejar la radiación solar que entra por la ventana y a garantizar así una mejor luminosidad natural.
7. Del mismo modo, los objetos de vidrio y los espejos ayudan a reflejar la claridad. Por esa razón, es recomendable colocar un espejo cerca de una ventana, para que pueda reflejar la luz y se convierta así en un foco de luz natural.
8. En cuanto a los suelos y las paredes, debemos tener en cuenta que las superficies pulidas y lisas reflejan la luz, mejorando la luminosidad. Del mismo modo, al igual que ocurría con los muebles, para las paredes es recomendable usar todos claros.
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