En el último post ya os adelanté que le tenía echado el ojo a una cómoda que había por la casa. Y aquí os vengo hoy a contaros que he hecho con ella. Y es que renovar una cómoda pasada de moda para que se integre mejor en un espacio creo que es esencial. Así también evitamos tirar muebles que están bien, ¡basta ya de comprar por comprar!
Aquí un pequeño spoiler de como queda después del cambio, y es que si veis el post anterior de cómo hice las puertas para los armarios y el antes de la cómoda, veréis que no pegaban ni con loctite.
La cómoda ya estaba en la casa, con siete cajones y con mucho espacio para almacenar. Consideré que me iba a ir genial para guardar las miles de cosas que tengo de scrap y manualidades, pero el aspecto…
Así que pensé en darle una mano de pintura. Elegí la chalk paint por su acabado tan particular que me encanta.
¿Qué necesitamos?
ImprimaciónSpray chalk paint blanco
Spray chalk paint turquesa y turquesa pálido
Barniz para chalk paint
Tiradores
Spray dorado
¡Manos a la obra!
Pintar en spray es un proceso bastante fácil en un principio, pero en el que tienes que tener mucho cuidado de hacerlo bien porque sino puede ser un auténtico desastre. En mi caso he usado la gama Chalk Paint, pero eso es a elección de cada uno.Esta es la cómoda original, y bueno… necesitaba el cambio!
Al tratarse de un mueble de melamina, lo más recomendable es darle primero una capa de imprimación. De esta manera nos aseguramos que coja bien la pintura. Si omitimos este paso corremos el riesgo de que nos salgan chorretones y la pintura no coja como es debido. Y eso, queda muy pero que muy mal. ¡Ah, no olvidar limpiar bien la superficie de polvo y grasa antes de empezar!
Pues manos a la obra, ahí que le damos la capa de imprimación. Y sed generosas con la imprimación, porque así nos evitaremos dolores de cabeza con la pintura posterior. Intendad que quede lo más uniforme posible y que cubra todos los rincones.
Hay que asegurarse bien que la pintura esté bien seca, normalmente en unas horas está más que listo. Yo dejé un día entre cada pasada, más que nada por mi comodidad.
El siguiente paso es darle la mano de pintura chalk paint. En el caso de los cajones decidí usar dos colores y alternarlos para darle un poco más de vida. El interior de los cajones va en blanco, así pues, tened en cuenta de primero pintar el interior y luego el frontal (o a la inversa) y proteger bien lo que ya esté pintado.
Para proteger las partes pintadas, os recomiendo usar cinta de carrocero que no deja residuo de adhesivo y papel de publicidad que nos dejan en casa (que algún uso de podemos dar antes de reciclarlo).
Os recuerdo que en este tipo de pinturas en aerosol, tenéis que trabajar en espacios al aire libre o muy bien ventilados. Que los vapores no suelen ser demasiado saludables. Y protegidos con guantes y mascarilla a poder ser, ¡que lo primero es siempre la salud!
Al igual que en la imprimación, asegurad de que cubre bien todo y que no se os quedan espacios sin pintar.
La cómoda, al ser un mueble que se va a usar muchísimo, es imprescindible usar un barniz. Con el barniz evitaremos que se nos estropee la pintura, que después de todo el trabajo no es plan. Así que, una vez la pintura bien seca, le daremos la mano de barniz.
En este caso, el barniz le sube un poco el tono de la pintura, pero tampoco es ningún drama. Le da un acabado que me ha gustado mucho y creo que queda genial.
Rematamos el proyecto con unos tiradores
El detalle final se lo damos con los tiradores dorados, que si los recordáis son los mismos que en las puertas de los armarios. Los compré todos del tirón en Leroy Merlín, ya que mi idea era que fuesen iguales. En vuestro caso, si os gusta, podéis mantener los originales y sencillamente pintarlos.
He usado para pintar los tiradores el spray Evolution de PintyPlus, que creo que ya os lo comenté en el post de los armarios. Con unos sencillos toques quedan perfectos, eso si, la superficie siempre bien limpia antes de pintar.
Una vez todo en su sitio parece que sea otra cómoda completamente diferente. Se ha pasado de una cajonera de melamina marrón y, para que mentir, fea, a una muy colorida y alegre.
Os dejo el antes y el después porque es cómo mejor se aprecia la diferencia entre ambas. La verdad es que no imaginaba que iba a cambiar tanto y a quedar tan genial.
Está mal que lo diga, pero yo estoy enamorada del resultado final. ¡Si es que no parece la misma!
¿Ahora parace que está más integrada en el ambiente o que? Casa muchísimo con los papeles de los ammarios y del resto de mobiliario que iré añadiendo poco a poco.
Me queda ahora ir pensando cuál va a ser mi siguiente paso…