La opción más fácil y versátil es la cinta de doble cara. Se trata de una cinta que incluye el adhesivo en ambos lados, lo que permite unir dos superficies u objetos entre sí. Así, gracias a los pegamentos de última generación, este tipo de producto pueden soportar una gran carga, por lo que podemos colgar desde los cuadros más ligeros a los más pesados. Eso sí, es importante fijarnos en la etiqueta cuántos kilogramos es capaz de sujetar dicha cinta en cuestión.
¿Qué debemos tener en cuenta al instalar un cuadro u objeto con cinta de doble cara?
- La superficie debe estar limpia. Para ello emplearemos un trapo seco, con el que eliminaremos todo resto de polvo. Si la pared es de azulejo, debemos emplear un trapo mojado en alcohol.
- Cuando pongamos la cinta en la pared, debemos presionar bien. Cuando más presionemos, mayor será la capacidad de sujeción.
Otra posibilidad similar a las cintas de doble cara son las tiras de velcro. Se emplean para láminas y cuadros con poco peso. Consiste en un producto en dos partes, una se pegará en la pared y otra en el cuadro. Después, la unión entre ambas se hará con el velcro.
Cuando la pared es de azulejos, es decir, en cocinas y baños, es recomendable el uso de ganchos que se pegan a la pared con un adhesivo. Actualmente podemos encontrar en el mercado modelos que aguantan hasta siete kilogramos.
Además, hoy en día también existen adhesivos de gran resistencia, específicos para zonas con ambientes húmedos, por lo que serán idóneos para colgar objetos de cierto peso en cuartos de baño.
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