La imprimación de variantes de pintura que no son adecuadas a las condiciones de la estancia del hogar puede causarnos infinidad de molestias: un mayor gasto económico debido a la renovación de la pintura en cortos periodos de tiempo, múltiples imperfecciones, reparaciones de desconchones y abombamientos, etc.
Pintura para la cocina
Debido a las condiciones especiales de humedad, la constante producción de grasa y las posibles salpicaduras que pueden afectar a las paredes de nuestra cocina, recomendamos el uso de una pintura acrílica, lo que asegura una gran resistencia a la humedad producida por el vapor de ollas y cazuelas.
La pintura acrílica se caracteriza por su resistencia al agua una vez seca, y además, por su rápido secado. Sus pigmentos están contenidos en una emulsión de un polímero acrílico, generalmente cola vinílica.
Para esta zona de la casa es aconsejable antes de comenzar a pintar, aplicar una base de imprimación selladora al agua, de esta manera evitaremos que la pared absorba impurezas. Utilizar la pintura con brillo es una buena opción como alternativa decorativa.
El cuarto de baño
En este caso también vamos a utilizar una pintura acrílica impermeable puesto que las condiciones son parecidas a las de la cocina. En el baño,la humedad se multiplica, por lo que es habitual la aparición de múltiples tipos de hongos. Para evitarlo, bastará con añadir agentes fungicidas a la pintura.
La pintura acrílica puede resistir agresiones con productos químicos de limpieza como la lejía o los productos quita-grasa, por lo que no debemos tener miedo a la hora de desinfectar. En cuanto al tipo de pintura: Brillo o mate, en esta zona de la casa podemos permitirnos una mayor libertad. Antes de aplicar la pintura es recomendable el uso de una imprimación fijadora o selladora al agua.
Los radiadores
Estos elementos son los que más quebraderos de cabeza nos pueden ocasionar a la hora de cambiar la decoración de una estancia. Si no aplicamos el tratamiento adecuado a sus características, acabará por rechazar la pintura o adquiriendo un matiz muy distinto al que habíamos escogido en un principio.
Para pintar radiadores se utilizan esmaltes al agua, debido a la fuerte resistencia al calor y a la gran adherencia que ofrecen. Es muy recomendable a la hora de aplicar la pintura que el radiador se encuentre frío y, también debemos tener en cuenta el material del que está compuesto para tomar unas determinadas medidas; si el material es de aluminio, nos veremos en la obligación de aplicar una capa base que permita la posterior adherencia de la pintura.
El esmalte acrílico evitará que la pintura pueda decolorarse con el calor, levantarse o caerse, además, en el mercado existen marcas que realizan los mismos tonos en pintura plástica y en esmalte, para que los que decidamos que el color de radiadores y paredes sea el mismo, podamos realizarlo fácilmente.
Sótanos o espacios cerrados con humedades
Por supuesto antes de comenzar a cubrir la zona afectada por la humedad, debemos saber la causa que la produce, para posteriormente subsanarla. Una vez la pared se encuentre totalmente seca y el desperfecto saneado, podremos comenzar con la pintura.
Como primera mano y capa base es recomendable aplicar una imprimación al agua que facilite la adhesión de la pintura a la pared saneada. Seguidamente emplearemos una pintura antimanchas sobre la superficie y, de este modo conseguiremos un aspecto pulcro e inmejorable.