A todos nos ha ocurrido alguna vez: estar en casa tranquilamente y ser molestados o interrumpidos por un terrible ruido que, lejos de desaparecer, se convierte en una constante de horas o incluso de días. Está claro que algunos ruidos forman parte de una circunstancia concreta con la que hay que lidiar (una reforma o mudanza, el ladrido intermitente de un perro... pueden ser algunos de ellos), pero hay otros evitables o que, sencillamente, no deberían darse nunca. Si tienes la mala suerte de tener vecinos ruidosos, todavía hay algunas cosas que puedes hacer. Si vives en una calle de mucho tránsito, también es probable que podamos ayudarte. ¡En definitiva, queremos darte algunos de los mejores trucos para lidiar con la contaminación acústica!
-¿Vas a hacer una reforma próximamente? Te animamos a valorar el aislamiento acústico en las paredes. Hay varias formas de lograrlo, así como diferentes presupuestos. Merece mucho la pena si tenéis un bebé o si, simplemente, valoráis el silencio y la calma en vuestro día a día. ¡No lo dudéis!
-¿Que no quieres meterte de lleno en una obra pero sí quieres intentarlo como sea? Prueba por ti mismo/a y acude a unos almacenes de bricolaje con información previa de lo que necesitas. ¿Sabías que hay multitud de materiales y herramientas aislantes para poner en práctica este tip sin necesidad de llamar a un experto? Aunque es algo arriesgado, puedes probar.
-¿Ya estás en plena obra? ¡Corre y decántate por paneles de pladur! Igual no es tu opción favorita, pero has de saber que absorben la vibración y aíslan más que otras opciones decorativas.
-Si la 'vía del diálogo' todavía no la has agotado, quizá sea hora de hacerlo. Puedes probar a hablar claramente con tus vecinos o bien dejarles como 'pista' de tu disgusto unos taquitos corre muebles en su puerta. ¡Una indirecta en forma de regalo! ;-)
-Otra idea, si en este caso el ruido viene de fuera, es el de abrir las ventanas lo justo y necesario. Por ejemplo, podéis dejarlas abiertas para ventilar e intentar practicar este hábito cuando estéis realizando otras labores del hogar que no implican silencio o calma total (tareas de la casa, ver la televisión...). Si, por el contrario, es hora de hacer deberes, de elaborar un informe del trabajo o de iros a dormir, vais a tener que mantener las ventanas lo más cerradas posible durante dichas horas.
-Utiliza cascos, en la medida de lo posible, para escuchar tu música favorita. No solo te ayudarán a evadirte de todo, sino que estarás huyendo de los ruidos provenientes del exterior o de tus propios vecinos.
-¿Has pensado que si tu cama está al lado de la ventana hay más probabilidades aún de que tu sueño se vea interrumpido a menudo? Aunque seas muy amigo del Feng shui, te animamos a colocar tu cama como mejor te convenga para tener un mejor descanso. ¡Con el resto de muebles de tu habitación podrás seguir las recomendaciones de esta técnica asiática!
-¿Y si aislamos solamente las ventanas? Son, sin duda, la parte más vulnerable de nuestro hogar a la hora de atraer todo tipo de ruidos. Antes de cambiar tus ventanas, te recomendamos elegir convenientemente el perfil, optar por los sistemas practicables en lugar de los de corredera tradicional, así como elegir persianas con vidrios de varias capas; ¿sabías que son estos últimos los que presentan mayor capacidad de aislamiento en tus ventanas?
-Los materiales naturales como el cáñamo, el corcho y los derivados de roca volcánica tienen componentes de lo más eficaces y activos como aislantes del ruido? ¡Infórmate sobre ellos!
-Por último, ¿has probado a reorganizar tu hogar evitando exponerte a los ruidos lo menos posible? Nos referimos a, por ejemplo, situar no solo las camas lejos de las ventanas, sino los sofás, el rincón de lectura, el despacho o la cuna del bebé. Todo ello ayudará notablemente a compensar y reducir daños generados por la contaminación acústica.
No queremos despedirnos sin dejarte con más consejos en torno a cómo evitar el ruido externo, así como fomentar el aislamiento de tu hogar.
¡Nos vemos pronto!