Procedimos a tapar con masilla los agujeros y las imperfecciones más exageradas de nuestros tablones.
Tras un rápido lijado, comenzamos la transformación con colores (la foto no hace justicia al rosa elegido en este caso).
Aplicamos el color muy aguado, pues ese era el efecto que queríamos conseguir, dejando la veta de la madera bien a la vista, para lo cual volvimos a lijar.
Unas pequeñas bisagras, estratégicamente colocadas, y una buena capa de cera, dieron fin a nuestro trabajo.
¡Y he aquí nuestro pequeño biombo multicolor!
Listo para lucir solo o bien acompañado y decorado con imaginación.
Seguimos con nuestro afán de reciclar todo lo que nos encontramos por las calles, lo que nos sirve para volver a participar en el Finde Frugal de Marcela Cavaglieri, donde siempre encontramos buenas ideas para nuestra pasión por redecorar.
¡Feliz fin de semana!