Trucos para un consumo eficiente
Ambiente agradable... pero sin pasarte: ?sabías que tan solo bajando el termostato de 23º a 19º C, durante ocho horas cada día, puedes ahorrar hasta un 10% de tus costes anuales de calefacción y aire acondicionado? Una limpieza regular de los registros de ventilación mejorará la eficiencia de los sistemas de calefacción y refrigeración en un 10%.Dejar el frío y el calor fuera: según el Departamento de Energía de Estados Unidos, una de las formas más simples y económicas de bajar la cuenta de calefacción consiste en reforzar los aislantes en techos y áticos. Para ello, podemos colocar baterías de aislamiento de fibra de vidrio en el ático. Si tu casa tiene un sistema de calefacción por cañerías de agua caliente, envuelve las tuberías que tengan un acceso más fácil con un sistema de aislamiento de fibra de vidrio o de espuma. Utiliza una pared de aislamiento de unos 2 cm. de grosor para la fibra de vidrio y de 1 cm. para la espuma.
Evita que el aire frío se escape: sella las fugas en tu sistema de conductos de distribución. Si los sellas en cuanto se producen los escapes, ahorrarás hasta el 20% en la factura de electricidad. Mantén cerradas las llaves de calefacción en las habitaciones desocupadas y reducirás entre el 5 y el 10% de tus gastos. Si vives en una región con inviernos duros y prolongados, te conviene cambiar las ventanas de vidrio de panel simple por ventanas eficientes de doble panel de vinilo. Es una inversión fuerte, pero verás que el ahorro de energía es significativo. En los climas cálidos te conviene colocar vidrios ahumados en las ventanas que reciben luz solar directa para reducir los costes del aire acondicionado. Haz que un profesional inspeccione y limpie tu sistema de calefacción una vez al año. Es una manera de maximizar la eficiencia y seguridad del sistema. Las pérdidas por una unidad mal mantenida se acumulan en el tiempo a un promedio de 1 a 2%, por año.
Fíjate bien cómo iluminas tu casa: el dinero que inviertes en focos y bombillas probablemente equivale al 5 ó 10% del presupuesto. El 95% restante lo gastas en electricidad. Te conviene buscar bombillas fluorescentes compactas o halógenas, que son más eficientes. Aunque te resulten un poco más caras, al final ahorrarás dinero.
Tibio, tibio... Reduce la temperatura de tu calentador de agua. Si lo bajas a 37º C, ahorrarás el 13% de tus gastos en ese aspecto.
Calienta al calentador: envuelve tu calentador con una frazada aislante. Para comprobar si tu tanque necesita un cobertor coloca la mano encima de él. Si está caliente, debes colocarle el aislamiento.
Reparte el aire caliente: ajusta los ventiladores de techo a una velocidad mínima para que repartan el aire caliente de forma pareja, sin crear una brisa demasiado fría.
Programa el clima: te conviene comprar un termostato programable. Éste te permite bajar la temperatura durante las horas en que la casa está vacía, así como durante la noche, sin necesidad de pasar frío en la mañana, mientras esperas que vuelva a subir. Puedes ahorrar hasta un 20% en tu factura y recuperar la inversión en el primer año.
Pégate a la pared: aleja las sillas y los sofás de las puertas y ventanas, en lugar de aumentar la calefacción. Esas aberturas tienen menos capacidad de bloquear el frío que las paredes.
Congela tus gastos: te conviene invertir en un nuevo modelo de frigorífico que sea más eficiente. Busca el modelo que tenga la tasa de uso de energía más baja.
Revisa constantemente: si quieres lograr un ahorro efectivo de energía te conviene revisar el uso que estás dando a estos sistemas y elementos: aire acondicionado y calefacción; calentamiento de agua; iluminación; electrodomésticos; piscina, cabina de hidromasaje y 'spa'.