Primero: una buena mano de limpieza para quitar la grasa
y suciedad que tiene la sartén.
Después una o dos manos de imprimación- selladora
para que agarre bien la pintura.
Una vez seca la imprimación le he dado dos manos de pintura a la tiza
tono eterno para el mango,
y tono antaño que es un gris perla muy bonito para la base.
Una vez seca la pintura que lo hace muy rápido le dí
una mano de cera con color antes de hacer el agujero
con un taladro para poder poner la maquinaria de las
agujas del reloj.
Los números me apetecían ponerlos distintos,
así que en vez de los típicos de siempre,
me acordé que tenía una lámina adhesiva de tela
que compré en un hiper asiático y fui dibujando
los números y recortándolos para luego
pegarlos en la sartén.
Como los números eran de cuadros vichy en rojo,
cambié el tono del mango por un rojo tono romance para
que quedara más coordinado. Y por último y para completar
todos los números pegué unas perlas adhesivas,
compradas también en los hiper asiáticos, de tonos rojizos.
Lo decoré con un lazo en cuadros vichy rojos y blancos y listo.
Y este es el resultado final para este nuevo reloj y que además de decorar y dar las horas perfectamente, el coste económico ha sido mínimo.