Esto pasa muchas veces, más de las que os imagináis. Los fabricantes de muebles a menudo solucionan las diferentes tonalidades de las maderas que componen una pieza con un tinte oscuro y un barniz a pistola que lo cubre y disimula todo. A veces incluso de una sola capa dan un barniz tinte.
Los que habéis hecho algún taller con nosotros sabéis que es muy importante trabajar capa a capa tanto para construir como para retirar acabados.
Ana y yo hicimos varias pruebas de limpieza con fórmulas tradicionales, pero este tipo de acabados sintéticos solo responden a tratamientos químicos, así que utilizamos un decapante en gel para retirar el máximo posible.
Posteriormente aplicamos una triple A para eliminar restos. Para el enrejado utilizamos el rodillo pequeño de la Dremel pero lo que nos funcionó de verdad fue un cuadradillo a medida forrado con lija 80 y 120 para acabado.
Ahora nos encontramos con el verdadero problema. Maderas de distintos tonos que hay que igualar para unificar toda la pieza.
Hemos fabricado la aguada castaño que necesitamos y se ve en la imagen derecha como las patas y el sobre ya tienen el mismo tono.
Ahora nos queda solo pulir y nutrir con una buena cera y acabar el sobre con barniz.
Y volver a pulir. Ya sabéis que somos incondicionales de la estopa!
Y la pregunta del millón! ¿Cera? ¿barniz? ¿Tengo que elegir uno o puedo dar los dos?. Todo depende del resultado final que quieras obtener. La cera nutre y por tanto hidrata la madera.
Normalmente damos barnices a las superficies que sufren roce diario y sobre los que apoyamos objetos, porque al cerrar el poro de la madera protegemos la superficie de marcas. Pero podemos dar cera, pulir bien y aplicar finalmente barniz como acabado.
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