Eso me ocurre con este aparador, a simple vista es un mueble pesado, antiguo y que posiblemente casi nadie lo pondría así en su casa.
Tiene tres puertas y cuando abres cada una tiene baldas por lo que tiene mucha capacidad.
Medidas 140 cm de ancho x 50 cm de fondo x 98 cm de alto
Precio 180€ sin restaurar
Pero fijaros la cantidad de posibilidades que tiene desde las más clásicas hasta las más modernas.
Esta sería una transformación actual pero dentro de un tono clásico, en la parte central posiblemente pusiera cristal.
Esta también es clásica, las puertas laterales posiblemente no se pueden abrir porque serán huecas, era el tipo de mueble que se hacía en los años 50, pero podríamos poner cristal o tela de gallinero en la central o también podríamos eliminarla y dejar el centro visto.
¿Y por qué no nos lo llevamos a la cocina?, ya se que no tiene cajones pero a lo mejor un carpintero nos lo pondría dentro de las puertas, imaginaros que quitamos las puertas laterales donde podríamos poner cestos o la vajilla y dejamos la puerta central, vaya cambio.
Ya le vamos dando un aire más sofisticado, en negro y lajeramente desgastado.
Pero quien nos dice que no podríamos usarlo en el dormitorio de un bebe, lo pintamos de un color alegre y además yo le añadiría un cambiador en la parte de arriba porque tiene una altura estupenda y así nuestros riñones no sufren para cambiar al bebe y cuando crezca y ya se vista solito podemos seguir guardando sus cosas.
Y esta idea me parece genial para el “pisito” de mi sobrino, imaginaros 21 añitos, loco por la música y por la decoración de colores y muy pero que muy moderna.
Nos caben todos los aparatos de música, las consolas de videojuegos, la pantalla de plasma colgada en la pared, vamos que ya lo estoy viendo.
Y para terminar esta idea también me gusta mucho, fondo blanco y encima gris muy desgastado para que nos aparezca el blanco de fondo, muy al estilo provenzal.