No es nada del otro mundo, por su sencillez en las formas. Pero del tamaño perfecto para el lugar donde debe ir ubicada.
Llevaba unas cuantas capas de pintura, que suponemos que en su momento fué blanca, pero ahora era amarilla. Y como un chicle!!!. Siendo una pieza tan fácil de hacer, pensamos, vaya trabajo para sacarle esta pintura. Pero creemos que gracias a esta barrera, no había ni un atisbo de carcoma. Por una vez, casi nos alegramos!!!.
Cuando ya estaba libre de pintura, la limpiamos bien y la lijamos.
Le hemos dado tres manos de imprimación, y entre ellas, hemos pasado la lija.
Quizás creeréis al verla que no ha cambiado mucho de aspecto, ya que la hemos terminado con pintura satinada blanca.
Para darle un poco de vidilla, el interior de los cajones los hemos hecho en dos colores distintos, y con spray, dándole una terminación como degradé en los lados. Los frontales los hemos pintado en color rosa claro, pero como a rayas. Tenemos en el taller una especie de pincel de goma que una vez pintado, se lo pasas y hace estas formas, a rayas o incluso en círculos. El efecto final es bueno.
Pensamos que el sobre de la mesilla era soso, así que hemos hecho una transferencia de una foto de la chica, quedando de esta manera más personalizada y juvenil.
Hemos aprovechado los tiradores, tope vintage. Bien limpios y pulidos.
Este es el resultado, a ver que os parece.
ANTES
ANTES
ANTES
TIRADOR ANTES
DESPUÉS
DESPUÉS
DESPUÉS
DESPUÉS
Y como ya tenemos la Navidad a la vuelta de la esquina, aprovechamos para desearos¡¡¡UNAS FELICES FIESTAS!!!