La elaboración de un estanque

En estrecha combinación con la fuente, el estanque es a menudo el rincón más atractivo del jardín. Y, como tantos otros elementos, incluyendo la vegetación, podemos adaptarlo a la superficie disponible. La gama abarca desde estanques pequeños en una jardinera hasta una pequeña laguna, propia de los jardines de una mansión. Por eso, si es de buscar una buena estética para nuestro jardín temernos que tomar en cuenta la elaboración de un estanque. 

 

El estanque es básicamente un trabajo de albañilería, y, como en las piscinas, el éxito de la obra y las satisfacciones que nos proporcione dependen de una ejecución impecable, para evitar la patología habitual, consistente en la pérdida constante de agua por filtraciones. !Esta galería de los foreros es una invitación para que te atrevas a tomar en cuenta la elaboración de un estanque!

 

 

 

 

 

 

 

Mamamer nos cuenta que toda su familia participó en la elaboración de un estanque para jardín, en casa de su hermana. El vaso es de poliéster prefabricado, y lo ubicaron junto a un cenador donde pasan ratos maravillosos. “No tiene peces porque los perros se han adueñado de él y lo usan de jacuzzi”, explica con buen humor.

Scorpiona67 está muy orgullosa de su ‘costillo’, que hizo un serio trabajo de albañilería en su estanque rústico.

“Lágrimas no, pero sudores sí le ha costado, es muy cabezón y lo ha conseguido, como todo lo que se propone”, afirma Scorpiona67. La obra aparece aquí casi terminada. Tiene una profundidad de unos 40 cm, bien proporcionada para sus dimensiones. Como hemos visto en la foto anterior, el esmerado oficial de albañilería puso debajo de la base un plástico de polietileno para evitar filtraciones. A pesar de ello, cuando la llenaron comprobaron al día siguiente que había perdido algo.

Menorca tranquiliza a Scorpiona67: “La primera vez que llenas el estanque pierde por naturaleza, ya que todo el material bebe, el sol también evapora y más con el calor que hace”.Vemos en la imagen el encantador remanso de Menorca, quien según cuenta no utiliza ningún producto para aclarar el agua, basta con una fuentecilla que la oxigena.

Pinturas nos enseña su estanque, ejecutado con un tejido flexible específico. Las piedras y la cascada son planchas de pizarra, y lleva una bomba con filtro para que el agua esté siempre en movimiento y dé oxigeno a los peces. “Me lo montó una empresa de jardinería, el problema es que a veces se enturbia el agua, y quiero ponerle unos infrarrojos que creo que van muy bien para mantener el agua limpia”, relata nuestro gran experto de los pinceles.

Granmogur tiene mucha experiencia en este campo, y nos ofrece valiosos consejos: “Es barato si somos habilidosos con el azadón, el pico y la pala. Para el fondo bastan unos periódicos viejos, arena fina y un plástico grueso. Elegimos el sitio, pensamos en la forma... y a cavar. Si vamos a tener peces, la parte más profunda debe alcanzar entre 45 y 60 cm, según el frío que haga en invierno. Luego daremos otros dos niveles al menos, hacia la orilla, para las plantas de diferentes profundidades. La bomba-filtro irá en la parte honda, un poco elevada para que no se tapone con los fangos, sobre un ladrillo por ejemplo”.Vemos en la foto el estanque de Lilibe.

En casa de Kiwa tienen dos estanques, “uno mediano y uno chiquitín; el mediano es de obra, con unos 3.500 litros, y alberga unos carassius que crían cada año. Estamos ahora fabricando un filtro, pues los que he probado no me han servido de mucho, estamos reaprovechando la antigua bomba de presión y el filtro casero, pero no estoy muy convencida. Luego le conectaremos un filtro ultravioleta que tengo guardado hace tiempo para combatir las algas y el agua verde. También me gustaría añadirle una cascada, y vallarlo porque tengo un niño pequeño”.

El marido de Vallibona se decidió por un estanque de obra. La ventaja, comenta nuestra forera, es que podemos construirlo en las medidas que nos convenga. “La hizo de ladrillo y la revistió con cemento”.

Finalmente, el ejemplo de Arhuanú demuestra que podemos tener un estanque por pequeño que sea el espacio disponible. “Yo tengo un mini estanque, lo hice con una jardinera que yo misma fabriqué, lo bastante gruesa para soportar la presión del agua; luego la forré con lona para estanques, sin cortar ni nada, ajustándola al recipiente como si pusiera una bolsa de basura en el cubo, y recubrí la jardinera con listones de madera. Un poco de betún de Judea para envejecerlo, aceite de linaza para protegerlo, y listo”.