Seguimos ampliando la caja de herramientas, hoy toca explicar qué es y para qué sirve el fratás. Esta herramienta es el instrumento fundamental para alisar y aplanar el revoque de mortero de cal y arena.
Este equipo se encuentra conformado por una base rectangular y lisa -de diversos diámetros- la cual puede ser de madera o de plástico, dicha tabla o base se encuentra unida un mango para facilitar su agarre. El fratás debe tener los bordes ligeramente curvos, ya que si no se hundiría en la masa y no la allanaría. Algunos modelos en vez de ser rectangulares tienen en un extremo una punta para acceder mejor a los rincones.
Una vez enfoscada la pared o superficie que se esté trabajando, se utiliza el fratás para ir haciendo remolinos sobre la masa que hemos extendido, con el fin de apretar la masa contra la pared a la vez que eliminamos las imperfecciones y además logramos una superficie plana.
Lo primero que se debe hacer antes de iniciar su uso -en pro de facilitar y optimizar el trabajo y los resultados de esta herramienta- es humedecerlo porque lo que se busca es alisar o igual la superficie trabajada de un muro enfoscado o revocado para erradicarle los posibles hoyos y asperezas.
Además, esta herramienta deja las superficies bastas y ásperas, además de dejar el poro abierto por lo que se disminuyen mucho las contracciones de la masa por retracción del secado.
Si somos un poco manitas, no es necesario comprar el fratás, podemos fabricarnos uno nosotros mismos, hay tres modelos que son muy útiles: el fratás estrecho y largo que sirve como tablilla para pequeñas áreas, el fratás pequeño para zonas angostas y el fratás con suela curvada que sirve para realizar superficies redondeadas y resulta muy útil en canales, escocias de techo y marchapiés.
¿Qué clase de fratás tenéis vosotros?
Imagen: facilisimo.com/grupovitruvio