Hay cosas a las que se coge cariño, algunas herramientas que llevan en la familia tanto tiempo merecen tener un lugar destacado aunque su uso ya no sea necesario o hayan sido superadas por la tecnología.
En esta ocasión os muestro como hacer un soporte para un antiguo berbiquí de carpintero con sus accesorios que servirá para tenerlo expuesto a las miradas de curiosos y amantes del bricolaje.
El material a utilizar es fácil de adquirir y de trabajar: un trozo de madera y unas piezas de metacrilato.
El metracrilato se trabaja relativamente bien, se corta con la sierra de calar (o manual) llevando cuidado de tenerlo bien sujeto para que las vibraciones no lo rajen y cortar despacio para que no se caliente ya que al ser material plástico se funde con la temperatura y el rozamiento de la sierra.
piezas necesarias
Para este expositor se necesitan: dos laterales, una base y dos refuerzos traseros. Las medidas adecuadas a cada uso o espacio disponible donde se vaya a ubicar, en este caso 25 cm de alto, 14 cm de ancho y 14 cm de fondo.
Los laterales son dos rectángulos iguales de metacrilato de 4mm de espesor con un corte en bisel en el canto delantero para que no quede un diseño demasiado cuadrado. Sobre estos se hacen unos taladros que nos servirán para colocar las brocas y un pequeño rebaje en la parte superior para que se apoye el berbiquí.
La base es un recorte de tabla de 18 mm de grosor, y los refuerzos también de metacrilato sirven para dar estabilidad al conjunto a la vez que ofrecen una trasera donde también se pueden colgar accesorios, el poner dos piezas es por comodidad y ligereza y de paso aprovecho recortes que tengo por el taller.
detalle de montaje
El metacrilato se puede atornillar como si fuesen piezas de madera solo hay que hacer taladros guía un poco más finos que los tornillos que se vayan a usar y tener cuidado de no apretarlos demasiado, también se puede pegar con adhesivos fuertes con precaución que no rebosen demasiado para que no queden manchas.
soporte montado
Para obtener un mejor acabado se pueden pulir los cantos (hay productos específicos para esto) aunque quedan muy bien con varias pasadas de lija, primero de grano medio para igualar y después mas fina hasta dejar un canto bonito y agradable al tacto.
resultado final
Y ya solo falta colocar las herramientas en el lugar adecuado para ser admiradas.
Es un trabajo sencillo, se requiere coger algo de tacto en los cortes por lo que es recomendable probar primero sobre piezas que no se vayan a usar y trabajar con cuidado tanto el taladro como la sierra ya que es un material quebradizo pero el resultado merece el esfuerzo y paciencia necesarios.