El trabajo que hoy os quiero mostrar es una descalzadora que una clienta muy especial me trajo para que le cambiara el aspecto ya que era un recuerdo familiar y tal y como estaba no encajaba en la decoración de su casa. Como le gustaron mucho las sillas que restauré y tapicé con un bonito toile de jouy en burdeos, si no lo recuerdas pincha aquí, quiso el mismo tapizado pero esta vez en tonos azules.
No requería un gran trabajo de restauración ya que se encontraba en bastante buen estado pero si tenía muchas capas de barnices antiguos que ha habido que retirar. Os enseño como era.
Ya era bonita pero la vamos a mejorar un poco
Como veréis las tachuelas estaban oxidadas, el tapizado era de skay horroroso y además el relleno era muy finito.
El barniz estaba en mal estado
Como os he comentado antes el estado en general era bastante bueno ya que no estaba desencolada ni tenía ataques de xilófagos por lo que únicamente la he decapado esta vez con una lijadora eléctrica para quedar su madera natural. Tras un par de manos de imprimación la he pintado en color blanco roto y he patinado los relieves del respaldo con toques de cera dorada. Finalmente la he protegido con dos manos de barniz acrílico satinado.
En cuanto al asiento he retirado las tachuelas, el tapizado y el relleno. Como las cinchas estaban en buen estado no las he tocado. He puesto una gomaespuma más gruesa que la que tenía originalmente y he tapizado con el toile de jouy azul. Me encanta esta tela.
Para finalizar el trabajo he colocado una pasamanería en azul que queda muy bonita.
Y este es el resultado final de la transformación de esta descalzadora.
Y ahora la comparativa del antes y el después para que veáis mejor la diferencia.
Mi clienta sólo la ha visto por ahora en fotos ya que esta pieza tiene que viajar hasta Madrid pero le ha encantado el resultado. Gracias por confiar en el Taller de la Artes-Ana!!!
Espero que a vosotr@s también os haya gustado. Para mi ha sido un placer como siempre mostraros este trabajo.
Besos para tod@s!!!