Y quien me iba a decir que cerquita de casa, apenas a dos kilómetros encontraría esta preciosidad, tan sencilla pero elegante a la vez.
El estado no era el que esperaba ya que al observarla mas detenidamente me di cuenta que estaba toda sujeta por escuadras metálicas y tornillos , le faltaba algún muelle y su estructura había servido de cobijo a algún que otro roedor y "bichito".
Red de sujeción del esparto.
Capa de esparto que hace la función de acolchado.
Despiece de muelles y cinchas de sujeción.
Uso de la "pata de cabra" muy útil para esta tarea.
Manos a la obra comencé con el despiece, todo iba sujeto con puntas por lo cual tarde bastante en quitar todas. No se pudo salvar nada excepto algún muelle que ya he reciclado y pondré en los posteriores tutoriales, y la tela simplemente la guardo para sacar los futuros patrones del nuevo tapizado, tuve que tratarla con muchísimo cuidado porque era tocarla y rasgarse.
Una vez desmontada y quitados todos los herrajes metálicos sin necesidad de dar ni un solo golpe ella sola se deshizo así que aproveche para lijarla, no era cuestión de dejarla en la madera natural pero si preparar la superficie para el posterior pintado. Fue tarea fácil porque el barniz estaba tan pasado que casi pasando los dedos con un poco de presión salia la mayor parte.
Acto seguido procedo al encolado de las piezas y al relleno de algún que otro agujero, los ensambles están enteros y en buenas condiciones y solo hay que poner un "esparrago" de madera en uno de los brazos. Sujeto bien todas las piezas con sargentos y las dejo secar 48 horas como mínimo, en estos casos mas vale pasarse y dejar bien fija la estructura.
En este caso dejo la pintura negra aparcada ya que he elegido una pintura a la tiza color "gris antracita", este tipo de pintura le aporta textura y un acabado mate que me gusta mucho para luego darle la pátina correspondiente. La pintura es de unos grandes almacenes que encima estaba en promoción y el bote grande no superaba los 10€. ¡OJO! hay que moverla mucho ya que es muy espesa y con una mano es suficiente.
Este es el resultado final, la verdad que me ha gustado mucho el acabado.
Seguidamente comenzamos con el plateado efecto nacarado, no quiero oscurecerla mucho porque el tapizado será negro y no resaltaría ni haría contraste.
Uso el mismo producto que habéis visto en tutoriales anteriores, comprado en los mismos almacenes, es mas caro que la pintura normal pero un bote cunde muchísimo.
Como veréis en las fotos el resultado es bastante vistoso, y en la primera observareis la diferencia del sin al con... Una vez respetados los tiempos de secado de esta ultima capa procedo a dar una capa de barniz al agua para proteger la pintura en las siguientes manipulaciones , esto hay quien lo hace al final pero he preferido hacerlo ahora y trabajar mas seguro.
El siguiente paso es el tapizado, que en este caso lo haré con cinchas de goma recicladas de neumáticos de coche (para mi opinión las mejores y mas resistentes) y con espuma de alta densidad.
A esta última le hago una especie de cajeado para que encaje perfectamente y asiente directamente sobre las cinchas.
Una vez colocadas todas las espumas, y retomando la tapicería antigua procedo al corte de la nueva usando estas de patrón. Siempre dejo unos centímetros mas por cada lado ya que no soy muy experto en este arte y seguramente alguna preparé por mi ignorancia.
Aquí la trasera del respaldo a la cual le he añadido una cincha que no tenia para una mejor sujeción y durabilidad.
Y el tapizado delantero... Como no tengo herramienta exclusiva para estos menesteres utilice una grapadora normal y corriente con grapas de 0.8 cm de largas.
Para tapar esas horrendas grapas le coloco una pasamanería también en negra, que en las fotos no se aprecia bien pero al natural algo resalta.
Y ya para terminar y rematar la faena cubrí los bajos de la silla con una tela de loneta, elegí un color lila que me parece hacia buen contraste.
Y aquí el resultado final, muy vistoso para cualquier rincón de casa...