Construir una nueva habitación o aislar algún elemento del hogar son tareas que requieren en la mayoría de los casos la elevación de muros o tabiques, con la consecuente molestia que supone realizar una obra en casa. El hormigón celular puede ser la respuesta sencilla a muchos de los quebraderos de cabeza que aparecen a la hora de realizar una reforma en el hogar.
Aunque pueda resultar contradictorio debido a su nombre, este material es un compuesto bastante ligero. Posee una estructura alveolar, lo que lo hace más liviano, pero a la vez muy sólido y resistente. Es comercializado en bloques o ladrillos de color blanco, sirve como aislante térmico y acústico y, además, tiene propiedades ignífugas.
Este tipo de hormigón se instala muy fácilmente a través de la utilización de un mortero especial. Los distintos bloques o ladrillos se pueden amoldar a cualquier espacio y medida porque pueden cortarse de manera manual con un serrucho.
Características que lo diferencian
El hormigón celular se constituye básicamente de arena de sílice, cemento y cal. Es un elemento poroso y de relativo poco peso, y es el material aislante más económico que se produce hoy en día en el sector de la construcción.Esto se debe a que la maquinaria moderna produce de manera automática el material, lo que reduce los gastos en mano de obra y lo abarata significativamente.
Su composición permite que se pueda utilizar en todas las facetas o requerimientos de cualquier tipo de obra: tabiques, dinteles, forjados, cubiertas, etc. Es un material muy usado en los países del norte de Europa desde hace varias décadas, pero en España es todavía un desconocido. Debido a una simple diferencia cultural, mientras que nosotros colocamos los aislantes por dentro de la vivienda, ellos lo realizan por fuera.
Propiedades que lo hacen especial
El hormigón celular es un aislante tanto acústico como térmico. Estas propiedades se le atribuyen gracias a que contiene pequeñas cámaras de aire en su interior, formando una estructura celular compuesta por una alta densidad de micro-burbujas de aire aisladas unas de otras.
Su principal característica es su peso específico; es decir, la cantidad de aire que contiene por metro cúbico. Cuanto menor sea el peso, mayor será la cantidad de aire por metro cúbico, lo que otorgará al hormigón una mayor capacidad aislante.
Las propiedades ignífugas que posee, han conseguido que sea empleado como muro o tabique cortafuegos tanto dentro de casa como en el jardín. Resiste al fuego, es estanco al humo y a los gases tóxicos. Además, en caso de incendio, un muro de hormigón celular tiene una capacidad para retener el fuego de 6 horas.
Algunas de sus ventajas y usos
- Su reducido peso unido al mayor tamaño de sus unidades constructivas lo convierte en un material fácil de colocar y manipular.
- La consecución de un tabique puede resultar hasta cuatro veces más rápida que si utilizamos el ladrillo convencional.
- El precio tanto de la obra como el del material se verán reducidos sustancialmente.
- No requiere ningún tipo de tratamiento adicional una vez terminada la obra, ya sea, tabique, friso, cornisa. Lo que no significa que no pueda ser pintado o tratado con posterioridad.
- Se puede utilizar para crear elementos decorativos sólidos como bancos de jardín.
- Debido a su capacidad de aislante acústico puede ser usado para tapiar tuberías que producen ruido.
- También puede emplearse para realizar dobles tabiques y terminar con problemas de humedad.
Una solución rápida, cómoda, sencilla y económica.