En época de crisis, nada como la deslumbrante posibilidad de conseguir muebles gratis. ?Cómo? Sencillamente aprovechando el continuo aporte de enseres abandonados en cubas, contenedores y otros fértiles yacimientos de la ciudad. Tras una cuidadosa restauración, estos hallazgos pueden convertirse en la pieza más admirada de la casa.
Con mucha frecuencia, esos muebles sólo presentan daños superficiales. Rara vez tienen roturas de consideración, son abandonados sobre todo porque han pasado de moda y ya no gustan. !Un obstáculo menor para la consumada habilidad de los bricolegas del foro! Prepárate a ver la galería más regocijante que puedas imaginar en tiempos de crisis.
Así consiguió Náyade esta mecedora: “Casi la coge otra mujer, pero yo fui más rápida, y la metí en el coche corriendo, por pocas le salto un ojo a mi marido con las prisas, ja ja parecía que habíamos atracado un banco, yo entrando y diciendo corre, corre que me la quita”.El magnífico trabajo de Náyade dejaría boquiabiertos a los vecinos que arrojaron al contenedor la vieja mecedora.
Apaña, haciendo honor a su nick, hizo un excelente apaño con una ventana que iba a tirar un vecino del pueblo. Aquí la vemos rejuvenecida y transformada en un atractivo marco doble.
Chilenita encontró una pieza poco corriente en un contenedor. “La pobre era cojita, no tenía patas y se la comían las carcomas”. El espléndido arreglo cosechó merecidos elogios.
Aprovechar una pieza suelta encontrada no plantea mayores problemas. Un ejemplo insuperable es la elegante mesa que fabricó Eva44 con un ‘resto de naufragio’.
Noehu ha decidido unirse al ‘comando basura’, y nos enseña un excelente logro.
La gran especialidad de Teresafaraldo son los asientos, como puede apreciarse.
Una de las aportaciones más singulares de la modalidad es el reclinatorio que encontró Vivebien. La artista lo convirtió en un fabuloso galán de noche para dejar la ropa.
Terminamos el paseo con otro hallazgo de Vivebien. “Lo recogí en la calle y tampoco nadie daba un duro por él, os aseguro que estaba aún peor que el reclinatorio. Ahora me viene genial para guardar los álbumes de fotos”.