Dos pautas comunes identificamos en los tuneos: el aspecto juvenil y alegre que buscan las foristas, y la poca inversión que se requiere para convertir un viejo trasto desechado en un refinado adorno, digno de presidir la mejor habitación de la casa. Hemos seleccionado un espléndido lote de trabajos , mostrando en cada caso el estado inicial y el estado final del mueble. !Acompáñanos, te gustará!
Comenzamos el desfile con un sensacional trabajo de la ‘madrina de los tuneos’, como llaman cariñosamente en el foro a Gely 1133, por la calidad de sus trabajos y su amabilidad al explicarlos con todo detalle. Gely decidió restaurar esta silla de madera de castaño, al ver que tenía la rejilla rota.
Y he aquí el soberbio desenlace. Nuestra amiga cambió el respaldo de rejilla por una chapa de madera, y la adornó con figurines mediante el ‘decoupage’, técnica que domina a la perfección. Tras una mano de tinte y un fino barnizado, la vulgar silla es ahora un mueble de coleccionista.
Nuestra amiga Eva44 tiene un aparador de madera a juego con la mesa y las sillas de su comedor. Es un gran mueble, pero, según explica, después de 18 años se había cansado del mismo color.
Aquí vemos el magnífico tuneo de la mitad superior. Las duelas interiores van en color madera, consiguiendo el bonito contraste que buscaba Eva44.
Unos vecinos regalaron a Nitas un típico mueble castellano, con relieve de cuarterones. Es un buffet estrecho y alargado, un elemento muy práctico para colocar en los pasillos. Sin embargo, a nuestra amiga no le terminaba de agradar su aspecto severo y apagado.
La reforma de Nitas consistió en decapar y lijar la madera, para después vaciar las puertas con la sierra caladora. En los huecos montó alambre de gallinero, y detrás una tela de adorno. ¡El triste buffet ha quedado realmente precioso!
De la mano de Nuri78 conocemos otro cambio sumamente atractivo. En este caso, la pieza modificada es una mesa auxiliar, un mueble que nuestra amiga encontraba anodino y muy mejorable.
¡Y vaya si lo ha mejorado! Primero lo pintó de blanco, y después lo forró con un papel vinílico. El mueble de Nuri78 ha quedado resplandeciente, como bañado por la luna, haciendo un bonito contraste con el sofá de color rojo.
Nuestra amiga Sonata, que aprendió carpintería de niña en el colegio, es una de las expertas del foro en todo lo relativo al mueble. Y nos da una prueba maravillosa con este zapatero de melamina. Según reputados profesionales, la melamina no se puede pintar. ¿Y qué hizo Sonata?
¡Pues pintarla, ni más ni menos! La lijó cuidadosamente, y después aplicó con todo esmero una pintura oriental de intenso color rojo. “He cambiado la cara a un zapatero lúgubre y horrible”, dice con toda modestia Sonata. El fantástico resultado es digno de adornar el palacio de un emperador.
Otra de las grandes aficionadas al tuneo es nuestra amiga Galerna, que resultó vencedora en el primer concurso de bricolaje del foro. Esta mesa de proporciones tan sólidas y compactas despertó su infalible ‘sentido arácnido’.
Y aquí tenemos la transformación, uno de los mejores ejemplos de ‘tuneo en blanco’. La tarea consistió en ahuecar la puerta y ponerle una cortina, después de pintar la madera. Como de costumbre, el maravilloso cambio eclipsa el estado inicial del mueble.
Nuestra simpática amiga Vivebien se declara ‘la basurillas del barrio’, por su afición a recoger enseres y trastos en la calle. Como ejemplo nos muestra un tuneo espectacular. Se trata de un reclinatorio, que recogió en un estado francamente lastimoso, como vemos en la imagen.
Después de tratarlo, pintarlo y tapizarlo, Vivebien lo convirtió en un singular y atractivo galán de noche, que adorna su habitación de invitados. Es uno de los tuneos más deliciosos del foro.
Un tuneo tan original como logrado es el de Manora. Aquí vemos lo que nuestra amiga denomina “mi primera víctima”, un mueble zapatero que tiene desde hace 20 años, y con el que está muy encariñada. Por ello, le hacía mucha ilusión renovarlo y ponerlo en un lugar bien visible.
Aunque vio que la costumbre era tunear los zapateros en blanco, ella lo quería negro, para el recibidor de una segunda casa. Buscando darle más chispa, le puso unas molduras pintadas en plata, y Manora consiguió su objetivo: ahora el patito feo es el mejor mueble de la casa.
Y para hacer honor al color blanco, rey del tuneo, cerramos esta magnífica serie de trabajos con el mueble de Aguazul. Lo encontró en casa de su tía, olvidado en un garaje. Como nuestra amiga no tenía mueble para la televisión, se lo llevó.
Aquí vemos cómo ha quedado el mueble, que Aguazul y su novio lacaron a pistola. Tras una imprimación selladora, le dieron tres manos de laca mezclada con disolvente, a fin de que la nube saliera más fina. Un trabajo encantador, que cierra este agradable desfile de tuneos.