Si quieres acabar de una vez por todas con esa baldosa que está rota o que "baila", sólo tienes que seguir un sencillo proceso. Es una operación mucho más rápida de lo que crees, y con ella vas a conseguir tener en perfecto estado el suelo de tu casa.
Qué necesitas
Antes de nada ten en cuenta que el cambio de una baldosa debe realizarse por encolado, bien mediante un pegamento espeso especial para baldosines, o bien a través de cemento cola, que se obtiene mezclando polvos preparados con agua. Si el suelo es regular, allanado con cemento, la mejor solución es esta última. Recuerda, además, aplicar la cola sobre el suelo, ayudándote siempre de una paleta. También necesitarás un cincel de albañil y un martillo pequeño.
El proceso, paso a paso
Para cambiar la baldosa rota realiza el siguiente proceso:
1. Rompe por completo la baldosa a sustituir. Para ello debes golpearla suavemente, por el centro y en sentido transversal, con un cincel de albañil, de unos 2 cm. de ancho.
2. Cuando esté totalmente rota, retira los trozos intentando que no quede ninguno, por muy pequeño que sea.
3. Limpia escrupulosamente la zona sobre la que estaba colocada la baldosa.
4. A continuación, elimina todo el mortero seco que quede en el hueco. Es aconsejable hacer esta operación con el cincel y el martillo. Para no profundizar en exceso, coloca el cincel a 45º con respecto a la superficie.
5. Retira los pequeños trozos para dejar el hueco limpio de restos.
6. Introduce en agua fría la baldosa nueva que vas a colocar.
7. La siguiente operación debe ser la de humedecer el espacio que ha quedado al eliminar la vieja baldosa.
8. Llena el hueco con pegamento.
9. Coloca sobre el adhesivo un bramante, o un hilo fuerte, atravesado.
10. A continuación, introduce la baldosa en su ubicación. Para ello, primero debes alinearla a lo largo y después dejarla caer sobre el hueco.
11. Comprueba que queda nivelada con las baldosas de alrededor. Si tuvieses que añadir pegamento, tira del hilo por los extremos, retira la baldosa y vuelve a extenderlo por las zonas en que falte.
12. Una vez nivelada la baldosa, apoya una mano sobre ella y con la otra tira del hilo cuidadosamente para retirarlo.
13. Para asentar la baldosa, sujétala con una mano y golpéala suavemente con el mango del martillo. De este modo conseguirás repartir el pegamento por igual en toda la baldosa.
14. Con unos guantes puestos, repasa los bordes y alisa el sobrante del pegamento.
15. Para finalizar limpia con la esponja todos los restos y deja secar el pegamento.