Esa zona es la más expuesta al deterioro por una colocación defectuosa y apresurada, o por una mala selección de los materiales. Ambos son rasgos muy comunes del 'boom' urbanístico reciente, con edificaciones a menudo apresuradas y descuidadas. Por ello, una de las tareas obligadas en muchas viviendas cada primavera es el arreglo de los escalones. Veamos cómo solucionar una típica rotura.
He aquí un ejemplo de colocación defectuosa o elección inadecuada en los materiales. El borde debe cargar con todo el peso de la persona, y sin embargo la pieza, muy ornamental desde luego, queda en el aire, sin apoyo. El continuo ir y venir de los moradores ha fatigado y disgregado la base de mortero, y, al perder sustentación, el remate ha terminado rompiéndose
La reparación es una tarea sencilla utilizando el producto adecuado, en este caso un adhesivo especial. Recomendamos también que la pistola aplicadora sea de categoría profesional, resulta un poco más cara pero es una adquisición que agradeceremos: nos evitaremos muchos sinsabores por mal funcionamiento, que son la inevitable ¿letra pequeña¿ en muchos utensilios baratos.
Cortamos el extremo del cartucho con unas tijeras y enroscamos bien la cánula de aplicación.
Después de leer atentamente las instrucciones del fabricante, iniciamos la tarea. El cordón de adhesivo según indica la etiqueta debe aplicarse por toda la superficie de unión, es importante abrir un hueco generoso con las tijeras para facilitar la salida del producto.
La fase de pegado se realiza en dos tiempos. Colocamos la pieza rota, procurando que las dos superficies a unir encajen perfectamente, y seguidamente la retiramos.
El martillo de goma es el utensilio usado en albañilería para ajustar las piezas, dada su fragilidad. Los cordones de adhesivo harán necesario un cuidadoso montaje. Con la práctica aprenderemos a extender la cantidad adecuada para rellenar todos los huecos sin que el espesor de la capa de adhesivo dificulte el ajuste de la pieza rota.
Tal como estipula el fabricante, retiramos la pieza para que el disolvente se evapore y pueda actuar con eficacia el producto. Como vemos, el adhesivo se ha extendido bien por la parte horizontal de la pieza, quedando los cordones intactos en el resto, donde más erosión ha sufrido la capa de mortero. Para subsanarlo, procederemos a echar más adhesivo, de forma que haga contacto con las dos superficies a unir.
Pasados unos minutos, colocamos definitivamente la pieza, y la aseguramos en su posición mediante un peso, hasta que el producto haya endurecido por completo. Normalmente el secado completo requiere unas 24 horas, y como siempre seguiremos las indicaciones del fabricante. Sólo queda rellenar las juntas para que la pieza quede impermeabilizada y protegida, tarea que analizaremos en otro reportaje.