Sobre el reemplazo de las baldosas
Puede que en tu hogar tengas baldosas que han sufrido algún pequeño daño casi imperceptible y no hayas hecho nada para arreglarlas. Quizás luego ese pequeño daño se tradujo en baldosas rotas y flojas, molestas para caminar y antiestéticas.
Sin embargo, pocos se preguntan cómo reemplazar baldosas rotas. Ante estos casos bien vale tomar la iniciativa para cambiar la baldosa que se encuentre deteriorada. Básicamente esto obedece a dos motivos.
En primer lugar al estético; ningún piso queda bonito con baldosas rotas. Y en segundo lugar a evitar accidentes, ya que es fácil caerse pisando sobre terreno poco firme (y más si pasan personas mayores con dificultades para caminar.
Pero, ¿cómo reemplazar baldosas rotas? No te preocupes. Se trata de una acción muy fácil y no es necesario que algún obrero de la construcción asista a tu casa. Puedes hacerlo tú por tus propios medios. Y para ello te diremos lo que necesitas y cómo hacerlo.
Materiales necesarios
Antes de comenzar como el proceso de reemplazar baldosas rotas es necesario que repases que tienes todos los elementos necesarios.
En primer lugar, necesitarás una paleta de albañil, de esas con las que los obreros de la construcción aplican la mezcla. También te será requerido un martillo y deberás trabajar con guantes en tus manos.
Eso en cuanto a las herramientas. Al respecto de los materiales, necesitarás lógicamente baldosas nuevas (fíjate bien cuantas necesitas para cambiarlas todas de una vez), agua (la temperatura de la misma debe ser baja) y cemento adhesivo.
Ahora bien, es momento de decirte como reemplazar baldosas rotas. He aquí el procedimiento.
Paso a paso
Lo primero que debes hacer es quitar la baldosa rota. Lo más sencillo será partirla a partir de unos golpecitos con el martillo e ir sacando los restos. Pero ten cuidado de no golpear demasiado fuerte y romper las baldosas que se encuentren alrededor.
Lo que menos quieres es quedarte sin baldosas, por lo que luego limpiamos todo el polvo y los restos que hayan quedado en ese hueco hasta dejarlo bien limpio; después debemos humedecerlo.
A su vez, la baldosa que incluiremos de repuesto debe ser sumergida en agua fría. Dentro del hueco ponemos y esparcimos bien el cemento. Entonces es cuando colocamos la baldosa.
Para esto sostenla de un lado mientras el otro queda bien pegado a la baldosa de un costado. Luego baja lentamente el lado que sostienes hasta dejarlo caer de la menor altura posible.
Es bueno que le des con el martillo unos golpecitos muy suaves. Esto ayudará a distribuir el cemento. Pero hazlo realmente con cuidado (no hace falta aclarar qué pasará si golpeas muy fuerte las baldosas).
Luego de esto lo único que te resta hacer es quitar el cemento que haya quedado en los bordes para dejar prolija la terminación.
Como ves, no hace falta ser un especialista para realizar esta tarea, por lo que, si has seguido las instrucciones previas, seguramente tendrán unas baldosas nuevas y hermosas para lucir.