Elige la puerta de tu preferencia
El primer paso será escoger la nueva puerta que queremos colocar. Por ejemplo, si queremos cambiar una puerta normal que dé al jardín o patio trasero de una casa, por una puerta de doble hoja de mayor tamaño, debemos encontrar la puerta perfecta que vaya acorde con la decoración de nuestra casa, y que sea la más adecuada para la nueva utilidad que le vayamos a dar.
En este paso debes tener muy en cuenta tanto el estilo de tu hogar como la disposición del espacio y las columnas de apoyo, ya que de nada sirve encontrar la puerta más grande y hermosa si a la hora de intentar instalarla descubres que es más amplia que el espacio que puedes disponer para ella.
Un consejo es verificar los planos de construcción si están disponibles, y si no consultar a un profesional o tomar una cinta de medir y determinar tú mismo las dimensiones del lugar.
Comienza con las obras de albañilería en casa
Para comenzar con el trabajo de renovación del hogar, retiramos la puerta antigua, y el marco de ésta, y su correspondiente zócalo, con la ayuda de una palanca. Quitamos los clavos del zócalo, ya que las piezas de madera podrán utilizarse para la instalación de la nueva puerta, o servir para reciclar tu puerta antigua.
Retiramos también los listones de madera verticales del premarco -los que quedan directamente unidos a los ladrillos de la pared- ayudándonos con cincel y martillo. Calculamos el tamaño del hueco que es necesario ampliar en la pared, según el tamaño de nuestra puerta nueva. Tan sólo bastará con señalar en la pared dónde tenemos que hacer el corte, utilizando un nivelador para que quede completamente recto.
Desgastamos la superficie de ladrillo de la pared marcando la línea de corte con un cortador eléctrico, utilizando una hoja de corte adecuado para el tipo de material que estamos cortando. Y para eliminar el trozo de pared que queremos, rematamos con el martillo y cincel, rompiendo el tabique que sobra.
Para instalar un nuevo marco, colocamos las piezas de madera del premarco directamente sobre el ladrillo del muro, clavando con unas puntas. Los huecos que hayan podido quedar entre la madera del premarco y el muro, los podemos rellenar con espuma de poliuretano. Cuando haya secado, retiramos el sobrante que ha quedado por fuera con la ayuda de un cúter.
Tan sólo nos queda colocar el nuevo marco de la puerta, la puerta sobre éste, y reparar los pequeños desperfectos que hayamos producido en la pared, cubriendo con yeso, y pintando la pared cuando haya secado.
En tan sólo unas horas podremos disfrutar de una nueva puerta en nuestro hogar, con estos sencillos pasos de montaje. ¿Te atreves a hacerlo?