Es preferible mover todo el mobiliario de la estancia que vamos a pintar y dejarla vacía. Si esto no es posible, entonces los muebles y objetos de decoración que no puedan sacarse fuera deberán taparse con la ayuda de plástico o telas que no nos sirvan.El suelo tiene que cubrirse por completo con papeles (de periódico, por ejemplo) o bien proveernos de algún plástico protector grande en algún centro especializado en bricolaje.
Previamente a la aplicación de la pintura, cualquier desperfecto en el techo debe repararse, ya sea una grieta, humedades, pintura antigua desconchonada, etc. En función del tamaño de la impureza aplicaremos unos materiales u otros. Tenemos una amplia gama de estos productos en el mercado: emplastecidos, siliconas, selladoras, etc. Es importante que sigamos las intrucciones de uso de estos reparadores y procedamos tal y como nos explica el fabricante.
?Brocha o rodillo?
La preparación de la pintura que va a aplicarse en el techo puede hacerse en un recipiente grande y con bastante fondo, removiéndo bien la mezcla, sobre todo si se van a emplear disoluciones o grandes cantidades. Con una brocha redonda y pequeña, comenzaremos a pintar los rincones y zonas poco accesibles realizando un contorno de entre 5 y 10 cm. de anchura. Esto servirá para que, cuando llevemos el rodillo al techo, no se lleguen a manchar las paredes con la pintura. Complementos imprencindibles son el rodillo y el barreño con la rejilla de escurrir.Las brochas pueden sustituir al rodillo, pero hay que asegurarse de que es lo suficientemente gruesa y redonda. Se debe cruzar la brocha una o dos veces cuando extendamos la pintura, pero siempre acabando en la misma dirección. Un truco para no manchar nuestra ropa con el goteo de la brocha es colocarle un accesorio de cartón en el mango e ir renovándolo cuando esté repleto de pintura.