La superficie del techo debe estar lisa, totalmente limpia y dispuesta a recibir las nuevas capas de pintura con los colores que tengamos pensado otorgarle. De esta tarea dependerán los buenos resultados al pintarlo.
Los trabajos de preparación de esta parte de la habitación serán más o menos arduos dependiendo del estado en que se encuentre el techo. Si está muy deteriorado, se tendrán que llevar a cabo labores de decapado de los antiguos esmaltes dañados por el paso del tiempo en las pinturas plásticas.
Si la pintura anterior fue aplicada al agua o al temple, sólo tendremos que lavarlo bien, además de reparar las grietas.
Habrá que eliminar todo el polvo que se haya acumulado y prestaremos especial atención a los rincones. Nos serviremos de un cepillo de barrer que esté bien limpio, aunque también podemos adquirir en una tienda una brocha gorda o un cepillo especial de empapelar.
El siguiente paso sería lavar el techo, especialmente si éste aparece con manchas de humedad de la calefacción o restos de grasa. Para ello, emplearemos una esponja, a ser posible natural, y detergente no espumoso diluido en agua. Dependiendo de la cantidad de grasa, podemos recurrir al amoníaco si ésta es muy abundante.
Decapado y reparación de grietas
Las capas de esmalte agrietado, desprendido o amarillento serán eliminadas usando un producto especial denominado decapante. Éste debe aplicarse con una brocha plana con precaución y provistos de guantes y gafas de protección.
El poder corrosivo del decapante afecta a la piel en el caso de que entre en contacto con la misma. Si ocurriera, hay que lavarse bien la zona con agua templada. Transcurrido el tiempo que debe estar expuesta la superficie al efecto del decapante, lo retiraremos con un cepillo de cerdas duras.
Con objeto de reparar las grietas, se deben abrir un poco más con un rascador o espátula. Pasaremos a humedecer el área si el emplastecido indicado para el relleno de las grietas tiene como base el agua. Si es un producto sintético, tenemos que proceder a limpiar el polvo y luego repartirlo con la espátula.
Un taco de madera forrado con lija de grano medio, alisará el emplastecido seco y dejará el techo listo para la aplicación del color.