Es un gran problema cuando se nos estropea un electrodoméstico en casa, pues cambiarlo y arreglarlo supone una gran inversión que no tenemos más remedio que pagar. Además, a veces estas averías pueden ir a más, y causar problemas más graves y con peores consecuencias como un incendió o una inundación. Por eso, vamos a ver algunas de las principales causas que provocan estas averías para intentar evitar averías.
Su ubicación. Muchas averías se producen por una mala colocación de los aparatos. Así, por ejemplo, la nevera nunca puede estar cerca de un foco de calor (horno, calefacción, entrada directa de luz solar); la lavadora no puede estar en exteriores, sobre alfombras o pegada a otros muebles; el horno no puede tocar la pared y los muebles que lo enmarcan deben ser resistentes al calor; y la vitrocerámica no puede estar cerca del fregadero, es una buena manera de evitar averías. Uso inadecuado de las tomas de corriente. Esto refiere a emplear una única toma para diferentes aparatos. Así, los electrodomésticos de la cocina deben ir a una toma de 16 amp, salvo la vitrocerámica, que necesita 25 amp, cada uno con su propia toma y así evitar averías.
Una mala conservación. Es importante observar cualquier tipo de problema para arreglarlo cuanto antes, para evitar así una consecuencia más grave.
La antigüedad. Es normal problemas eléctricos en casas antiguas, por ello, hay que tener en cuenta algunos aspectos: saber la potencia contratada, tener un cuadro eléctrico bueno, con diferenciales, intentar que todos los enchufes sean de 16 amp, salvo el de la vitrocerámica, y, si se trata de un nuevo electrodoméstico, investigar su consumo de watios antes de enchufarlo a la corriente.
¿Tomáis estas precauciones?
Fuente: Reparalia. Imágenes: Juanan Cuenca/Flickr y Pablasso/Flickr