Para que vuelvan a lucir como el primer día podemos usar dos soluciones, o limpiarlas o renovarlas del todo, lo que ya podríamos también aprovechar para cambiar los azulejos, pero vayamos paso a paso.
Foto: Flickr - Handtrade Corporation
La solución más rápida y también la más común es la de limpiar las juntas, aunque el resultado obviamente no es el mismo que unas nuevas. Volverá a recuperar el color inicial, pero no se debe abusar de esta solución sobre las mismas juntas porque al final se desgastan y se acaban perdiendo.
Para este sencillo procedimiento necesitaremos un recipiente con agua, bicarbonato y un cepillo de dientes.
Lo primero será hacer una masa homogénea con el agua y el bicarbonato, para después aplicarla sobre las juntas con el cepillo mientras se frota de manera enérgica. Es muy importante que lleguemos a todos los rincones para eliminar completamente el sucio.
Luego, dejaremos secar unos minutos, y será entonces cuando pasaremos la fregona por todo el suelo o una esponja en caso de ser por las paredes.
En este vídeo podrás ver los sencillos pasos y el resultado. ¡Comprueba como las juntas vuelven a estar resplandecientes!
Si ya has utilizado este recurso varias veces y las juntas están muy desgastadas, es hora de cambiarlas. Los pasos también son sencillos, pero nos llevará un poco más de tiempo que solo limpiarlas.
Para empezar, rascaremos las juntas antiguas con un punzón, un rascador o un cincel. Cualquier elemento que sirva para retirar la masilla vieja. En esta parte hay que ser precavidos, ya que el proceso deja mucho polvo y restos que son mejores limpiar primero con ayuda de un paño húmedo.
A continuación vamos a hacer la mezcla que formará las nuevas juntas, y para ello deberemos haber comprado el polvo en cualquier tienda de albañilería. La mezcla es sencilla porque solo es con agua y las cantidades dependen de lo que indique el fabricante en el paquete del polvo. Se puede comprar de color blanco, aplicarle tintes o comprarla del color que prefiramos.
Foto: Flickr - Lucy Nieto
Para aplicar esta masa nos ayudaremos de una llana y de una espátula para los rincones más complicados. Presionar bien es la clave para que llegue a todos los espacios y quede homogénea. Impregnamos bien toda la zona sin miedo a manchar los azulejos, que a continuación los limpiaremos fácilmente.
La misma llana nos servirá para retirar los excesos, aunque el mejor paso es humedecer una esponja y pasarla por toda la superficie, lo que nos ayudará a conseguir el grosor adecuado para las juntas. Quizás para esto nos haga falta utilizar un estropajo para que sea más fácil.
Tras dejar secar unas 4-5 horas el resultado será óptimo, pero nunca estará de más si aplicamos un sellador sobre las juntas y así nos aseguramos protegerlas más tiempo, incluyendo que se vean afectadas por las humedades.
En el siguiente vídeo podréis ver este ejemplo, haciendo especial hincapié en las juntas que se encuentran en el exterior y que por tanto, se ven más afectadas por el paso del tiempo y las condiciones climatológicas.
Estos son nuestros consejos y trucos para que las juntas de los azulejos dejen de ser un problema y siempre estén resplandecientes. Espero que os haya gustado y que nos lo hagáis saber en nuestro muro de facebook. También os respondemos comentarios, sugerencias... ¡Os esperamos!