Foto: Ikea
El blanco es uno de los colores más utilizados a la hora de decorar, ya que aporta muchísima claridad y luminosidad, aspectos importantísimos en un hogar. Además, cuando jugamos con poco espacio, tenemos que recurrir a soluciones que ayuden a evitar la sensación de agobio, y el blanco es el tono ideal para ello. Este color juega un papel importante porque te permite incorporar varios elementos. Sin duda es un tono que combina con todo.
Por otro lado, hoy en día los muebles blancos se han convertido en protagonistas de catálogos y tiendas de decoración. Se trata de un estilo suave, cálido, del que nunca nos cansaremos. Por ello, por qué no, puede ser también la mejor opción para tunear un mueble antiguo que nos tenga ya aburridos, ¿verdad? Así, como los muebles clásicos suelen ser de maderas de tonos oscuros, hoy vamos a ver los pasos para pintar un mueble oscuro de blanco.
1 En primer lugar, como ya sabéis, debemos comenzar lijando el mueble. Aunque, en función de la dureza de la pintura anterior o del barniz, igual nos vemos obligados a decapar a partir de un decapante químico o un decapador por aire caliente. En el post 'Cómo decapar un mueble' tenéis todos los pasos'.
2 En segundo lugar, debemos retirar todo el polvo que nos haya quedado del proceso de lijado, para lo que bastará con emplear un paño de algodón humedecido. Aplica este paso tal cual para obtener un buen resultado.
3 A continuación, aplicaremos una imprimación todoterreno para asegurarnos de que la pintura va a quedar bien adherida y no se va a cuartear.
4 Después de dar la imprimación, lijaremos muy suavemente y procederemos a aplicar la pintura blanca con un rodillo de pelo corto. En cuanto al tipo de pintura, podemos aplicar esmaltes acrílicos, y lo normal es que tengamos que dar dos capas.
5 Por último, podemos terminar nuestro trabajo con diferentes técnicas: podemos envejecer el tono blanco con betún de judea, podemos aplicar detalles con plantillas, aplicar barniz o cera incolora..
¡Manos a la obra!