¿Te vienes conmigo a ver cómo elegir una lavadora?
Cómo elegir una lavadora
La aparición de las lavadoras fue toda una revolución y dejó a toda España boquiabierta. Su llegada suponía que las mujeres, a las que siempre les tocaba lavar la ropa, ya no tendrían que pasarse horas y horas en los lavaderos, sufriendo las consecuencias del frío y la humedad sobre sus propias manos. La primera lavadora fue inventada en 1901, pero no fue hasta décadas después que se popularizó y fue experimentando modificaciones y mejoras. Tantas, que las actuales lavadoras de carga superior prácticas ya poco se asemejan a aquellas primeras.
¿Cómo surgió ese electrodoméstico que hoy conocemos como lavadora?
Alva Fisher fue el inventor de la lavadora eléctrica. Este ingeniero estadounidense utilizó un tambor sobre el que iba vertiendo agua y jabones al tiempo que giraba. Esta fue, y sigue siendo, la base sobre la que se han diseñado las posteriores lavadoras.
Hoy en día, el debate se centra sobre si son mejores las lavadoras de carga frontal o aquellas de carga superior. Lo cierto es que, aunque pocas diferencias existen entre unas y otras, las de carga superior se presentan en muchos casos como una alternativa a las clásicas.
¿Cómo elegir la lavadora perfecta?
A la hora de comprar una lavadora, es frecuente que nos sintamos indecisos y nos cueste decidir qué modelo queremos para nuestro hogar. Es recomendable que, ante esta situación, cada cliente analice su situación personal, sus hábitos y otras cuestiones prácticas como el espacio del que dispone. Un consejo que puede ayudar en muchos casos es preguntarse: ¿En qué sitio de la casa quiero poner la lavadora? ¿Se trata de un espacio grande o pequeño? ¿Es una zona visible o más bien escondida?
¿Por qué elegir lavadoras de carga superior?
Utilizaremos una lavadora de carga superior si entre nuestras necesidades se encuentran:
El espacio: cuando disponemos de poco espacio, ya sea porque la lavadora estará en una zona de la casa en la que hay más electrodomésticos o porque, simplemente, es un espacio pequeño, la lavadora de carga superior es una buena opción, ya que sus dimensiones suelen ser menores que las de una de carga frontal.
Cuestiones estéticas: cada vez damos mayor importancia al diseño de nuestra casa. Nos gusta tener un estilo propio, bien definido y que nada rompa la armonía que hemos creado. En ese proceso, los electrodomésticos pueden ser un obstáculo, ya que no siempre van a juego con el diseño del resto de muebles, colores, formas, etc. En general, una lavadora de carga superior pasa más desapercibida que otra, ya que su forma se asemeja a un mueble cualquiera.
Problemas de espalda: uno de las mayores incomodidades que producen las lavadoras de carga frontal es la necesidad de tener que agacharse y levantarse de manera repetida para meter y sacar nuestras prendas. Esto puede resultar desagradable, sobre todo para aquellas personas que padecen problemas musculares o relacionados con la espalda. Con las lavadoras de carga superior, las prendas por arriba, el esfuerzo y carga que realizamos sobre nuestra espalda es menor.
Incluir prendas durante el lavado: si somos de esas personas que tras activar la lavadora nos damos cuenta de que hemos olvidado alguna prenda, las lavadoras de carga superior ofrecen la posibilidad de seguir añadiendo prendas durante el lavado.
Espero que el post de hoy te resulte útil, tanto si estás pensando en cambiar tu lavadora ahora, como si tienes que hacerlo más adelante.
Si tienes cualquier duda, déjame un comentario y te responderé lo antes posible.
Un abrazo y hasta el próximo post.
Y tú, ¿tienes claro qué lavadora sería la perfecta para cambiar tu antigua lavadora?