Cuando entré en la habitación de mi sobrina y vi la casita que la había construido con tanto trabajo casi me da un parrus. VER COMO CONSTRUÍ LA CASITA
Ella es muy buena en taekondo y gana muchas medallas, y a falta de donde colgarlas utilizó la casita para este menester.
Entonces vi la necesidad de construirla un medallero donde pudieran lucir todas juntas.
La idea siempre me va surgiendo sobre la marcha, pero comienzo con una tablas de palet.
Las voy encolando y uniendo entre si, fijándolas con unos gatos.
La madera de los palet la lijo con la amoladora y principalmente con la lijadora de banda.
Por detrás uno todo el tablero atornillando unos listones. Las tablas de los palet me gusta que queden unas mas altas que otras, quiero un toque informal. También se ven los orificios donde las tablas tenian puntas.
El tinte que utilizo es vinagre de vino en el que maceré lana de acero durante mucho tiempo. Es curioso según lo voy dando la madera cambia automáticamente de color, como si fuera tintado de nogalina. Pero huele faltal también tengo que decirlo.
Una vez teñido y dejarlo secar durante un día, le bruño con estropajo de esparto, cerrando así el poro de la madera.
En la foto se ve como blanquecino, pues desprende como polvillo.
Mi amiga Ana de Kitakuxa artesanía, como una gran profesional también de las artes gráficas, se prestó hacerme, las fotocopias que deben ser laser y el texto con efecto espejo, para que al transferirlo sobre la madera se pueda leer correctamente.
Y empiezo presentando medallas y texto ( que si por aquí, que si por allá), con la ayuda de las amigas que me aportan muy buenas ideas, conformo el diseño que me gusta.
Con las pinturas acrílicas que se ven en la foto pinto las maderas, dando brochazos de manera que no me cubran todo.
Comienzo hacer mi primera trasferencia, con el líquido que se ve en la foto. Doy fototransfer sobre la madera y sobre la tinta del texto, y froto para que quede bien pegado sin burbujas de aire por medio.
Con un pulverizador con agua, rocio poco a poco las zonas que debo de ir quitando el papel.
y comienzo a frotar poco a poco y suavemente. Sin insistir mucho, mejor dejar secar y volver a repetir el proceso.
Al principio me desencantó el proceso, pues quedaba blanquecino cuando secaba, por lo que volví a mojar y seguir frotando muy suavemente.
Algunas letras las retoqué con pintura acrílica de su color y a todas ellas las di el líquido de la transferencia.
Para finalizar a todo el tablero le dí una mano de cera incolora.
Los ganchos para colgar las medallas los pongo en igual número a ambos lados, para proporcionar el peso.
Con otra madera de palet, diseño como haré una balda al medallero.
Voy cortando las formas, al ser muy redondeadas debo de decir utilicé una hoja en la caladora específica para cortes curvos.
Presento como quiero que quede la balda.
Lo vuelvo a teñir con el macerado que dije anteriormente.
Para pegar las palomillas a la tabla, me gusta arañar con un cuter la zona a pegar, logramos una mayor adherencia.
Una vez la balda terminada.
Procedo a fijarla en el tablero, le pongo espigas de madera (broca de madera,del grosor de las espigas y pinchitos para transportar el agujero)
Estos pinchos se meten en el orificio y se sobrepone donde tiene que ir, cuando ya está en su sitio se golpea y queda una pequeña muesca donde nos dice donde debemos taladrar exactamente.
Aquí ya se ve donde hice los agujeros en el tablero, entonces pondré cola de carpintero para que quede unido.
Una vez dada la cola de carpintero, lo dejo pillado con gatos 24 horas hasta que seca la cola.
Foto del tablero ya situado en su sitio, y la casita libre de cargos, luce dignamente.
Detalle del tablero terminado.
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