Hasta ahora, nuestra caja de herramientas se ha ido llenando con toda clase de herramientas eléctricas: pistola de pintura, la ingletadora, la taladradora, la ruteadora, la amoladora o radial y la Dremel. Sin embargo, en esta ocasión vamos a hablar de una herramienta mucho más básica, pero tremendamente útil: la llave Stillson o la llave grifa.
la llave grifa lleva su nombre por la persona que la inventó, Daniel C. Stillson, en 1870. Es una herramienta muy utilizada, pues permite ajustar y extraer piezas de todos los tamaños y formas. Su uso viene a complementar el de la llave inglesia, ya que, básicamente, se emplea para manipular lo que las llaves inglesas no pueden.
Existen llaves de diferentes tamaños. Las más empleadas a nivel doméstico son las de 8, 10, 12 y 14 pulgadas, aunque encontramos incluso de 18, 24, 34, 36, 48 y 60 para usos profesionales. Esto las convierte a la llave grifa en idóneas para manipular desde un tornillo hasta una cañería.
La llave grifa están compuestas básicamente de un cuerpo, un engranaje y un anillo. El anillo regula el diámetro para ajustar la llave al elemento que queremos apretar o extraer. Además, emplean en su mecanismo unos muelles que aprietan la boca de la llave. Por su parte, la forma de los dientes permite una sujeción firme y fuerte incluso para las piezas más pequeñas.
Así, a la hora de usar la llave Stillson con determinados materiales que no queremos que se dañen, podemos poner un trapo entre el material y la llave para que, al presionar, no queden marcas. Además, de vez en cuando es importante lubricar el engranaje.
¿Tenéis esta herramienta en casa?
Fuente: De máquinas y herramientas. Imagen: Herramientas de Trabajo