En este caso, no ha sido un mueble o silla, sino que nuestra hermana Maite nos trajo esta espectacular pieza que perteneció a los padres (o quizás abuelos) de su marido Juan, para ver qué podíamos hacer con ella.
Se trata de una antigua bandeja de plata donde se dejaba el correo que llegaba a casa. Se calcula que es de los años 30 o quizás más antigua.
La figura estaba totalmente fuera de su lugar.
A primera vista nos dio la impresión que la plata se había estropeado, como si hubiera caído algún producto corrosivo en ella, ya que en la bandeja aparecían unas grandes manchas.
La empezamos a limpiar con producto para la plata, pero raramente no avanzábamos.
Fijándonos mejor en la pieza, vimos que estaba como dorada, como si le hubieran dado un baño de oro. Pero no. ¡¡Era barniz!!.
En una esquina pusimos un poco de decapante, y cuál fué nuestra sorpresa al ver que salía todo el barníz y aparecía la plata.
Poco a poco, sacamos todo el barniz con una lana de acero muy fina, de cada recoveco de la figura; cara, cabello, dedos de las manos, pliegues del vestido, de toda la bandeja y pie de ella, de las hojas...
Le sacamos brillo, y aquí la tenéis, luciendo de nuevo como hace tantos años.
Creemos que Maite y Juan estarán como locos al verla.
Antes
Antes
Antes
Antes
Después
Después
Después
Después
Después
Después
Después