Hay adhesivos de diferentes composiciones, formuladas para usos específicos en uniones con madera, poliestireno expandido, PVC, fibras, cristal, azulejos, yeso, hormigón, piedra, metales. Por ello las aplicaciones son innumerables: rodapiés, buzones, frisos, rótulos, muebles, trencadis, percheros, soportes de toallas, repisas, escaleras, tejas, construcción, arreglos de embarcaciones…
Un producto de fácil manejo
Muchas marcas subrayan la aplicación sencilla del adhesivo de montaje: “Sin clavos”, “No más clavos”, “El clavo líquido”… Existen tres tipos: sin disolventes, con disolventes y de poliuretano. El adhesivo sin disolventes es uno de los más utilizados; posee alta resistencia (120 kg/cm2) y un fuerte agarre inicial, es apto para poliestireno expandido, sirve para interiores y exteriores, se limpia fácilmente con agua y pega casi todo tipo de materiales.En el capítulo de los adhesivos de montaje con disolventes, la oferta del mercado es más variada. Ofrecen resistencias que oscilan entre los 40 y los 70 kg/cm2, y son útiles para una gran diversidad de materiales, mostrando excelentes prestaciones con metales como el aluminio y diversos materiales de construcción. En esta gama hay adhesivos que responden a necesidades muy concretas: resistencia a las vibraciones, flexibilidad, para interior y exterior…
Los adhesivos de poliuretano merecen categoría propia. Son ultra fuertes (160 kg/cm2) y muy solicitados para exteriores por su gran resistencia al agua dulce y salada, además de ofrecer una extrema compatibilidad con muchos materiales: fibra de vidrio, poliestireno expandido, maderas exóticas, cristal, mármol, hormigón y construcción en general, etc. Suelen expandir al secar, algo a tener en cuenta en la cantidad aplicada.
¿Qué adhesivo escoger?
Lo más importante es conocer bien la naturaleza de los materiales que vamos a pegar. Si buscas un resultado óptimo y válido para casi todo, escoge algo de tipo Universal o Express. Si abordas uniones más complejas, con materiales no porosos, pesados o de construcción, te convendrá algo profesional o de pegado ultra fuerte. No dudes en preguntar en tu punto de venta habitual o incluso al fabricante, cada vez más accesible sea por Internet o por teléfono.Hay varios formatos. Los cartuchos, de unos 300 ml, sirven para grandes aplicaciones y se trabajan con pistola. El envase fácil, un formato todavía novedoso en España, incluye cánula aplicadora y no requiere pistola; es muy cómodo y sencillo, si bien de precio algo superior. Finalmente, los clásicos tubos van desde los 100 a los 280 gr, algunos tienen cánula que facilita una aplicación más fina y precisa. El tubo es el formato ideal para uso doméstico.
Modo correcto de empleo
Un factor de gran importancia. La aplicación correcta y que garantiza el mejor resultado debe cumplir varios requisitos. Ante todo, las superficies a pegar deben estar limpias, secas y libres de polvo y grasa. El producto debe aplicarse sólo en una de las superficies, mediante cordones o pequeños puntos. Para que el adhesivo cumpla su función, debemos unir los elementos y luego dejar airear unos minutos para que se evapore el disolvente.Como regla general, al menos uno de los materiales debe ser poroso. En caso contrario, resulta fundamental seguir bien las instrucciones de aireado estipuladas por el fabricante. Tras realizar la unión definitiva, presionaremos un rato mediante una sujeción provisional (cinta americana, mordaza). La máxima resistencia se suele alcanzar transcurridas 24 horas. Trabajaremos en zonas bien ventiladas, evitando respirar los vapores emanados durante la manipulación.
Limpieza, consejos y trucos
Es aconsejable usar siempre guantes. Para la limpieza de los utensilios, hay productos adecuados de distintos fabricantes. Si has usado un adhesivo de montaje sin disolventes podrás limpiar los utensilios con agua corriente, estando el producto aún fresco. Los adhesivos de montajes pueden almacenarse entre 12 y 24 meses, estando el envase original herméticamente cerrado. Los tubos suelen ofrecer más duración.En los formatos de cartucho, y para un prolongado almacenamiento del producto, dejaremos la cánula llena: así se endurecerá sólo el extremo, quedando intacto el resto del cartucho. Para nuevos usos bastará con reemplazar la cánula. En los formatos de tubo, has de saber que los adhesivos sin disolventes llevan envases de plástico, mientras que los tubos de aluminio contienen disolventes. En caso de duda o materiales singulares, realiza siempre un ensayo previo a fin de comprobar la eficacia.
Agradecimientos a Gonzalo Löwenberg y Alicia Gordon, de Quilosa