La tala del bosque ilegales perjudican además a las empresas que actúan correctamente. En España, el 16 por ciento de la madera que se importa es de origen dudoso. Félix Romero, director del programa de bosques de Adena, afirma que sólo el 19 por ciento de la superficie forestal mundial tiene algún control. El bosque es en la actualidad una criatura amenazada.
Madera con sello FSC
Para defender los bosques nació el Forest Stewardship Council (FSC), una organización internacional integrada para frenar la tala del bosque por grupos ecologistas, industrias madereras y otras entidades del sector. Su objetivo es promover una gestión forestal plenamente ecológica. El logotipo FSC en una partida de madera o en un mueble garantiza que el bosque de origen cumple 10 principios y 56 criterios de buena gestión.Tales normas vigilan la explotación sostenible del bosque, además de tener en cuenta las obligaciones fiscales y legales de las empresas, los derechos de las comunidades indígenas y de los trabajadores, y el desarrollo local de las sociedades cercanas a los lugares de explotación. La madera FSC es una garantía para conservar los bosques del planeta.
España realiza numerosas importaciones destinadas a los mercados europeos. Los fines del FSC son gestionados en nuestro país por ‘Madera justa’, que cuenta con el respaldo de personalidades como Odile Rodríguez de la Fuente, la hija del famoso documentalista. Los promotores desean que la madera adquirida en el primer mundo reúna todas las garantías ecológicas, económicas y sociales.
Críticas al FSC
Sin embargo, algunas organizaciones ambientalistas cuestionan la credibilidad del FSC, y desde hace años denuncian que se está dejando dominar por intereses comerciales. Las certificaciones son contratadas y pagadas por las mismas empresas madereras, por ello hay fuertes incentivos para otorgar el apreciado sello.En cualquier caso, un organismo como el FSC es hoy día imprescindible, dadas la facilidad de los transportes a gran escala y la inexistente legalidad que rige en muchos países. Los consumidores, y en primer lugar los aficionados al bricolaje, debemos respaldar la iniciativa del FSC, evitando comprar madera de procedencia sospechosa, por muy tentadora que sea la oferta. A la larga, todos ganaremos.