El hombre ha pintado desde tiempos inmemoriales, sin embargo poco tienen que ver las pinturas que utilizaban nuestros antepasados en las cavernas con las pinturas y barnices sintéticos que se que se utilizan actualmente. Basta con leer las etiquetas para comprobar la cantidad de agentes tóxicos que contienen, derivados de la industria petroquímica que pueden afectar a nuestra salud (piel, vías respiratorias y ojos).
Este tipo de pinturas resultan igual de perjudiciales para el medio ambiente debido a la cantidad de metales pesados (plomo, cadmio, mercurio, etc.) y compuestos orgánicos volátiles (xileno, tolueno, acetonas, fenoles…) que contienen y que perduran durante semanas y meses después de su aplicación. Además las pinturas y barnices sintéticos arden con facilidad, desprendiendo gases tóxicos que puede resultar mortales.
Por todas estas razones cada vez hay más gente que prefiere las eco-pinturas o pinturas ecológicas frente a las pinturas y barnices sintéticos. Para que una pintura pueda ser considerada como ecológica sus componentes han de ser de origen natural (minerales y vegetales), de fuentes renovables y bioderadables. Para ello se utilizan minerales como el óxido de hierro o talco, así como aceites, resinas y tintas que provienen de raíces, hojas, cortezas y fibras de diversas plantas. Como disolvente se suele utilizar agua.
Por poco dinero y unos cuantos ingredientes podemos elaborar nuestras propias pinturas ecológicas caseras ¿te animas?
1. Pintura al aceite
Para este tipo de pintura necesitarás aceite como aglutinante y pigmentos minerales para darle color. El tipo de aceite recomendado es el aceite de lino o linaza y la elaboración es muy sencilla ya que únicamente se tiene que mezclar el aceite con el color hasta su total disolución.
Este tipo de pintura se suele utilizar en maderas sin tratar y se puede dar un acabado final con ceras para proteger el resultado obtenido.
2. Pintura de leche
La pintura de leche utiliza la caseína de la leche como aglutinante. Para obtener la caseína de la leche necesitaremos un litro de leche, se pone al fuego en un cazo y se aparta justo antes de que comience a hervir. Fuera del fuego se le añaden 50 cc de vinagre blanco, removiendo poco a poco, seguidamente separaremos con un colador o filtro el suero de la leche del cuajo (parte grumosa), que es lo que utilizaremos para la elaboración de la pintura.
Como pigmento base utilizaremos unos 50 grs de cal, tiza o polvo de mármol, el cual disolveremos con un poco de agua antes de agregarlo al cuajo de la leche. Una vez hayamos obtenido una mezcla homogénea del cuajo y el pigmento, añadiremos el agua que sea necesaria para para obtener la consistencia adecuada para pintar.
La pintura de leche tiene un acabado opaco y su color se rebaja una vez seco, por lo que hay que dar varias manos para obtener el color deseado. Es adecuada para superficies absorbentes como yeso, cemento o madera natural, sin embargo no se adhiere sobre superficies metálicas, plásticas, con pinturas de acabado brillante o esmaltes sintéticos. Podemos darle un acabado con cera incolora para impermeabilizar y que dure más la pintura.
3. Pintura de cal
La pintura de cal es económica, desinfectante y permite que las paredes respiren. Para su preparación necesitaremos de 2 a 4 kilos de cal de construcción o cal hidratada, 1 kilo de sal y 250 cc de cola vinílica (se puede sustituir por 250 gramos de leche en polvo y agua). Se mezclan todos los ingredientes con el pigmento y ya tendremos nuestra pintura de cal lista para usar.
La cantidad de cal que utilicemos dependerá de la consistencia que queramos darle a la pintura, contra más cal tenga, más espesa será. También hay que tener en cuenta que hay que remover la mezcla con bastante frecuencia ya que la cal tiende a irse al fondo del recipiente.
Este tipo de pintura suele utilizarse para pintar exteriores o interiores rústicos y generalmente se colorea con óxidos.
4. Pintura de almidón
El almidón se puede utilizar como aglutinante en la pintura gracias a su poder ligante y espesante. Para preparar la pintura de almidón necesitaremos 150 grs de patatas o arroz, agua, yeso y pigmento.
En primer lugar coceremos las patatas o el arroz y haremos un puré, seguidamente le añadiremos unos 400 ml de agua hirviendo, mezclamos todo y lo filtramos con un trapo fino. Por otra parte diluimos el yeso y el pigmento con un poco de agua fría y lo unimos a la mezcla anterior.
Esta pintura proporciona un acabado aterciopelado y es ideal para muros de interior, maderas y cartón. Si queremos proporcionarle un acabado más brillante e impermeabilizarla, podemos añadirle una cucharada de aceite de linaza.
5. Pintura pizarra o chalk paint
De la pintura pizarra ya os he hablado anteriormente, es ideal para pintar prácticamente todo tipo de superficies (yeso, metal, madera, cristal…). A día de hoy es la única de las 5 que he probado, así que os animo a hacer vuestra propia pintura pizarra casera con la que obtendréis excelentes resultados por muy poco dinero.
Como habéis podido observar, hacer una pintura ecológica no es tan difícil. Siempre aconsejo probar la pintura sobre una parte una parte no visible o en un material similar para ver los resultados, así que os animo a hacer vuestras composiciones ya que, económicamente, poco se puede perder pero podemos ganar mucho en salud y bienestar.
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