Esta semana celebramos un especial dedicado a los diferentes trucos para reparar puertas, ya sabéis, ese tipo de consejos e ideas que siempre conviene tener a mano, pues, en muchas ocasiones, suponen la solución rápida e idónea para acabar con los problemas más cotidianos de la casa o de nuestros proyectos de bricolaje.
Así, en esta ocasión vamos a anotar los diferentes trucos para reparar puertas para solucionar los conflictos que nos puedan surgir con las puertas de madera de la casa, ya que estas, con el tiempo, se pueden desgastar, descolgar, pueden chirríar o verse afectadas por problemas de dilataciones. En cualquier caso, aquí anotamos algunos consejos para poner rápidas soluciones.
Con estos diferentes trucos para reparar puertas todo se hará mas fácil en el hogar.!
Problemas en las bisagras.
Cuando el problema de nuestra puerta se encuentra en unas bisagras que chirrían, tenemos varias opciones. La más sencilla es quitar la puerta, limpiar bien las bisagras para retirar restos y lubricarla con aceite, con vaselina.. También podemos aplicar en la bisagra grafito en polvo, que podemos conseguir machacando la mina de los lápices.Sin embargo, el problema puede estar en las arandelas que separan las dos partes de la bisagra. De ser así, lo que tendremos que hacer es sustituirlas por unas nuevas.
Además, nuestra amiga Idunna, del blog 'Brico&Deco y algo más' compartió también una sencilla solución que, tal y como nos contaba, fue rápida y duradera. Tenía un problema con una puerta de chirriaba muchísimo, algo muy incómodo, y finalmente se decantó por aplicar el típico producto que empleamos cuando estamos acatarrados para despejar las vías respiratorias. En concreto, lo aplicó sobre la bisagra, dejando que penetrara, y listo. Durante más de un año se olvidó del incómodo ruido.
Problemas con los roces
También puede ocurrir que el suelo se haya dilatado y la puerta roce al cerrar. En este caso la solución será sencilla, lijar el borde con una lija de grosor 80. Solo tenemos que pegar con cinta de carrocero la lija al borde inferior y abrir y cerrar la puerta varias veces. Veréis como la superficie se va lijando sin problemas.
Por otro lado, puede que nuestra puerta se encaje levemente al cerrar y no haya problema de dilataciones. En ese caso, puede que el problema se deba, simplemente, a que los tornillos se hayan aflojado un poco. De ser así, lo único que tenemos que hacer es apretarlos y, en el caso de que estén pasados de rosca, rellenaremos los agujeros con, por ejemplo, masilla o palillos, y, después, atornillaremos de nuevo, o bien, escogeremos unos tornillos más largos. En cualquier caso, debéis emplear una cuña para mantener la puerta en la posición correcta mientras apretáis los tornillos.
Si la puerta sigue rozando, podemos recurrir a lijar las zonas afectadas. Para ello, con una tiza marcaremos todo el borde de la puerta. Después, cerraremos la puerta varias veces. A continuación podremos comprobar como, en las zonas que rozan, la tiza ha desaparecido y, por tanto, donde tendremos que lijar.
En el caso de que con la lija no sea suficiente, entonces tendremos que proceder a cepillar los bordes de la puerta con un cepillo de madera.
Problemas en la estética
Por último, si el problema esta en el aspecto de la puerta, debido a arañazos o rayones, hay formas de disimularlos. Una de ellas es mezclar aceite con café molido y con un paño aplicar la mezcla, cuando haya secado, limpiamos con otro paño y un producto de limpieza para madera. Por otro lado, podemos hacer lo mismo pero con una mezcla de pasta de dientes y aceite de oliva.Agradecimientos: Fotografías de Javier Delgado/Flickr, Procsilas/Flickr y Brad Montgomery/Flickr