El tallista Saúl Viñas es un joven y ya prestigioso artesano. Estudió Bellas Artes en Madrid y apenas acabó la carrera se plantó en Florencia con su novia, decidido a aprender los secretos de la talla en la mismísima cuna del Renacimiento, un estilo artístico que sigue siendo la cima de las artes figurativas. Saúl consiguió enrolarse en uno de los mejores talleres florentinos, donde estuvo cinco años.
Cuando volvió de Florencia, Saúl se estableció en Sevilla, abriendo una encantadora tienda taller en una tranquila y soleada plaza. El tallista Saúl Viñastiene un amplio registro expresivo, desde retablos y ornamentos sacros para las iglesias hasta objetos decorativos modernos, entre los que destacan sus originales libros. Por ello, sus enseñanzas y consejos son del máximo interés para todos los aficionados al noble oficio de la talla. ?Nos acompañas a visitar su taller?
Aunque el tallista Saúl Viñas no había hecho esa especialidad en Bellas Artes, la talla era su meta cuando se fue a Italia. Casi un adolescente, entró animosamente en el mejor taller de Florencia pidiendo trabajo: "¡Hago lo que sea, lijar si hace falta!" Según cuenta, le miraron con desdén: "¿Lijar? ¡Aquí no se lija!"
Nuestro amigo consiguió ser admitido en aquel fabuloso atelier, y con el tiempo llegaría a participar en encargos verdaderamente suntuosos, como la restauración del antiguo palacio del Kremlin, uno de los trabajos de restauración más importantes de los años 90 en todo el mundo. Saúl nos enseñó un libro que recoge en detalle el proyecto, destacando los espléndidos mosaicos geométricos realizados en el parquet con más de cuarenta maderas diferentes.
Una ciudad como Sevilla ofrece buenas expectativas a los artesanos de la talla en madera, por los frecuentes encargos de las iglesias y las procesiones. Según explica Saúl, hay dos grandes corrientes estilísticas en la talla ornamental, la barroca y la renacentista. La manera habitual en España es la barroca, que levanta mucho los relieves y volutas, hasta extremos casi ostentosos. La talla renacentista propia de Italia es menos efectista y más refinada.
Llevábamos varias preguntas de los foreros para el artista, entre ellas conocer su maza predilecta. Saúl tiene varias, y la que más le agrada es la que él mismo hizo con madera de encina.
A pesar de que tiene varias mazas, Saúl Viñas suele tallar golpeando directamente con la palma de la mano: con frecuencia labra adornos de tamaño reducido, y de esa manera puede controlar la gubia con más tacto y precisión.
¿E tuoi ferri?, ¿y tus hierros?, le preguntaron en el taller florentino cuando llegó pidiendo trabajo. Saúl no llevaba gubias, pero sí mucha ilusión y buenas cualidades, que le franquearon el camino en un oficio selecto que empezó desde arriba.
Uno de los paneles de herramientas del artista. Respecto al lijado, Saúl Viñas sigue fiel a las enseñanzas del taller florentino, y, aunque tiene varios rollos de papel en diferentes granos, apenas los utiliza.
Otra consulta de los foreros era relativa al afilado de las gubias. Saúl lo hace cuando toca, no tiene pautas fijas como algunos tallistas que afilan las gubias a primera hora de la mañana, o la víspera. Normalmente, los afila cuando empieza un trabajo de importancia. En Florencia a veces le decían prepara tuoi ferri, prepara tus hierros para mañana, y entonces nuestro amigo sabía que les llegaba un encargo de categoría.
Su piedra de afilado se la trajo de Florencia, es una piedra cretense, y la viene usando desde hace diez 10 años.
Saúl Viñas hace bonitas piezas decorativas, entre las que destacan sus personales adornos con libros tallados. En la foto inicial podemos ver el atractivo diseño de su lámpara "Don Quijote", realizada con una artística pila de libros.
Una de sus maderas preferidas es el cedro, también por razones prácticas: al parecer su sabor desagrada a las carcomas, por ello se emplea con mucha frecuencia en la talla. Si vemos una imagen en una iglesia, muy probablemente será de cedro.
Aquí vemos otra aplicación de sus libros tallados: sirven de elegante estuche para regalar el CD con las fotos de la boda. Hemos pasado una tarde muy agradable con el artista, y nos ha interesado mucho la fructífera mezcla de lo viejo y lo nuevo que distingue a su taller.
Agradecimientos: Saúl Viñas, Taller La Gubia