Así, tal y como hemos adelantado, para este proyecto vamos a necesitar un trozo de tronco -a ser posible bastante seco para que no desprenda resina-, una sierra -preferiblemente eléctrica-, cinta de carrocero y los colores que prefieras de la gama Pintyplus Chalk Paint Spray.
Utilizaremos los trozos de madera tal cual salen del tronco, para que tenga un aire rústico de verdad, nada de madera tratada. Así, el tronco lo deberemos dividir en diferentes láminas, de alrededor de un centímetro de grosor, más o menos.
Una vez cortadas las podemos dejar secar unos días para que se deshidraten un poquito más. Cuando estén listas, vamos a pintarlas directamente con la pintura en spray base tiza -Pintyplus chalk paint. Para ello, vamos a tapar la parte de la corteza del árbol para no perder impacto visual del tronco en su estado original. Si se ensuciara, se puede pasar un trapo con agua antes de que la pintura seque completamente.
En este proyecto se ha usado la combinación de colores blanco roto, turquesa pálido y verde menta, que queda estupenda para este trabajo, pero podemos elegir la mezlca de tonalidades que mejor encaje con nuestra decoración.
Una vez tenemos las diferentes piezas de tronzo lista, vamos a pegarlas en una base de madera con un adhesivo extrafuerte. Después, tan solo quedará añadir a cada pieza una escarpia (el modelo dependerá del uso que le vayamos a dar y lo que vayamos a colgar), y unir a la base de madera un pequeño trozo de cuerda, que nos servirá para colgar nuestra creación en la pared.
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Fuente: este post proviene de Shaking Colors, donde puedes consultar el contenido original.
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