Me encantan las paredes de ladrillo visto porque son atemporales, se adaptan perfectamente a ambientes modernos, tradicionales o eclécticos y además aportan mucha personalidad a cualquier estancia. A la hora de pintarlas hay que tener en cuenta las características particulares del ladrillo, por ello no te pierdas todas estas claves para pintar una pared de ladrillo de forma correcta.
El ladrillo visto o caravista es un material de construcción que se fabrica para ser colocado tanto en interiores como en exteriores sin ningún tipo de recubrimiento. Es decir, que al igual que pasa con el azulejo, no es un material que en principio esté pensado para ser pintado.
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Debido a las características específicas del ladrillo, antes de pintar una pared o chimenea recubierta con este material, debemos tener en cuenta una serie de consideraciones.
Preparación de la superficie
En primer lugar nos aseguraremos de que la pared de ladrillo está seca y libre de humedades. El ladrillo es un material poroso por el que se puede filtrar el agua a través de sus poros o de las juntas de mortero. Si la pared que queremos pintar tiene humedades o filtraciones de agua, en primer lugar habrá que repararlas ya que al pintar una pared de ladrillo sellaremos sus poros naturales, la humedad se quedará en el interior porque no podrá evaporarse y esto hará que la pintura salte con el tiempo, tal y como sucede cuando existen humedades en una pared de yeso.
Un problema habitual que podemos encontrar en paredes de ladrillos afectadas por la humedad es la eflorescencia. Se denomina eflorescencia a los depósitos de sales de color blanquecino que se depositan en la superficie del ladrillo cuando se evapora la humedad por efecto del sol o del aire.
Si por contra el ladrillo está recién instalado, conviene que dejemos pasar unos meses antes de pintar la pared para permitir un perfecto secado y comprobar si existen vicios ocultos (desperfectos que salen con el paso del tiempo).
En segundo lugar habrá que comprobar la compatibilidad entre pintura y pared ya que aunque la composición química de la mayoría de ladrillos es neutra, la del mortero suele ser alcalina. Existen algunos tipos de pintura que pueden reaccionar a la alcalinidad del mortero por lo que siempre se recomienda hacer una prueba de pintura o utilizar una imprimación resistente al pH alcalino.
En tercer lugar debemos limpiar la superficie. Antes de pintar una pared de ladrillo debemos asegurarnos de que está totalmente limpia, para ello se puede pulverizar con una mezcla de vinagre blanco y agua y frotar con un trapo, o con un cepillo de cerdas gruesas en el caso de que exista alguna mancha difícil.
Por último es importante que utilicemos una imprimación y una pintura de calidad y específica para pintar ladrillos, de esta forma nos aseguraremos un buen acabado y su perdurabilidad con un mantenimiento básico.
Opciones de acabado
Al igual que sucede con las paredes de yeso, a las de ladrillo también podemos darle diferentes acabados gracias a la pintura.
Uno de los más habituales es pintar una pared de ladrillo de color blanco. La gran ventaja de este acabado es que aporta luminosidad, le resta pesadez visual al ladrillo y proporciona una sensación de mayor amplitud a la estancia.
Otra opción consistiría en un blanqueado, para ello se debe mezclar por ejemplo una parte de agua y 3 partes de pintura y se aplica dando brochazos de manera irregular, de esta forma conseguiremos un aspecto envejecido.
Por otra parte, se puede conseguir un blanqueado irregular añadiendo más agua a la pintura y dejando parte de la pared sin pintar, de esta forma se consigue un efecto de pared muy desgastada.
También se puede oscurecer el ladrillo en vez de cubrirlo totalmente con pintura, aportándole un aspecto más cálido pero sin perder su textura. Para ello se utiliza la misma técnica del blanqueado pero utilizando una mezcla con más porción de agua que de pintura y tonos tostados o terracota oscuro.
Otra opción más atrevida consiste en pintar un graffiti sobre el ladrillo, no cabe duda que aportará a la estancia un toque muy urbano y original que no dejará a nadie indiferente.
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Por último hay que tener en cuenta que aunque existen productos químicos para eliminar la pintura del ladrillo, éstos suelen emitir un olor bastante intenso y no aseguran la total eliminación de la pintura debido a la porosidad del ladrillo. Por ello antes de pintar una pared de ladrillo hay que estar seguros tanto del color como de la técnica que vamos a emplear.
¿Tenéis alguna pared de ladrillo en casa o pensáis colocar una? Si es así y queréis personalizada espero que os hayan sido de utilidad todos estos consejos para pintar una pared de ladrillo sin tener que lamentarnos de haberlo hecho de forma incorrecta.
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