Sobre todo, debemos tener en cuenta el tamaño del terreno que disponemos para colocar nuestra piscina. Por lo general, es necesario tener un espacio de al menos 8x3 metros.También, hemos tener en cuenta la profundidad de la piscina, puesto que en ocasiones si tenemos hijos pequeños no es necesario que sea muy profunda y además, en función de la profundidad se mide también el gasto de agua. Si vamos a querer que esté acristalada o no y, por último, muy importante, el presupuesto que queramos gastar para nuestra piscina.
Teniendo en cuenta estos requisitos, podemos establecer tres tipos de piscinas:
- Piscinas de obra: son las mejores y las más duraderas, pero también las más caras. Además se necesita bastante espacio para colocarlas y un tiempo determinado para la instalación, puesto que es necesario excavar para hacer el agujero donde se inserte la piscina. Revalorizan bastante el valor de las casas.
- Piscinas prefabricadas: las hay de dos tipos, monoblock o de acero inoxidable. Las de monoblock consisten en un vaso de poliéster que se coloca sobre la zona excavada, mientras que las de acero se componen de placas que se colocan sucesivamente. La ventaja que tienen es que a pesar de parecerse bastante a las piscinas de obra, son bastante más baratas y rápidas de instalar.
- Piscinas de liner (PVC): su principal ventaja es que pueden ser fijas o desmontables. Es decir, para zonas con escaso espacio son las mejores, puesto que cuando termina el verano podemos vaciarlas y desmontarlas con tranquilidad. Sin embargo, son mucho menos resistentes y menos atractivas para el baño.
Como véis, los tres modelos son totalmente diferentes, aunque, independientemente de esto, cualquier piscina que podáis instalar en vuestro jardín cumplirá con su función principal, resfrescarnos el verano, que con estas temperaturas que estamos teniendo, ¡buena falta nos hace!
¿Cuál es la adecuada para vuestro jardín?
Imágenes: Steelpool, Bale Home Desing, The daily green