Se trata de una pieza compuesta por dos cuerpos con marquetería de boj y caoba.
El cuerpo superior cerrado de dos puertas y dos pequeños cajoncitos, con decoración de marquetería floral y guirnaldas enmarcando puttis en ambos óvalos de las puertas, y apliques de bronce cincelado en caídas, bocallaves y barandilla superior recortada. En la parte superior y laterales la decoración es de chapa de raiz.
El cuerpo inferior es una mesa de patas cabriolé con cajón central de gaveta y tabla de escritorio corredera con la misma decoración floral. En las patas de chapa de caoba destacan los bronces cincelados en rodillas, caídas y sabots.
Realizamos un reportaje fotográfico inicial para valorar intervención, numeramos herrajes, puertas, cajones y demás elementos que lo componen.
En un estudio inicial comprobamos que al desmontar los remates perimetrales metálicos de las patas, la mayoría de las chapas están muy deterioradas, desencoladas, desconchadas y a veces inexistentes. Señalamos esta y muchas otras faltas en aristas del mueble y cajones.
Además, muchas de las chapas existentes están huecas a punto de desprenderse, por lo que procedemos a consolidar con cola orgánica y calor todas las que presentan este estado.
Las pocas faltas que no se pueden reintegrar con chapa por su forma irregular las reintegramos con resina epoxi y posteriormente entonamos.
de las decenas de chapas que faltan reintegramos en la mayor medida de lo posible con chapa de caoba, haciendo una plantilla que trasladamos a la chapa nueva en la misma dirección y cortamos a bisturí. Encolamos con cola orgánica y gatos.
Una vez que tenemos todas las chapas pegadas y consolidadas, pasamos una finísima lija de agua y entonamos con acuarela. Insistimos mucho en que todo lo que hagamos sea reversible. En la imagen inferior vemos la reintegración del filete de boj en el canto de uno de los cajoncitos.
Pero sin duda lo que más llama la atención es la falta de luz en las chapas. Están completamente opacas y sin vida, casi no se distingue la marquetería en algunas zonas.
Una vez hemos hecho varias pruebas de limpieza vamos por zonas aplicando la fórmula que mejor disuelve todas esas capas de barniz, cera y suciedad.
Arriba vemos los tres estados. Ya solo con la limpieza se aprecia un cambio muy importante. Es importante neutralizar la mezcla de limpieza para que no siga actuando y encontrar sorpresas desagradables al barnizar.
Los bronces son un tema delicado. ¿Hasta qué punto debemos limpiar? Por ese motivo JAMAS empleamos lana de acero, aunque sea fina, ni abrasivos en bronces antiguos. Es importante disolver con una mezcla ligeramente ácida capa a capa la suciedad y neutralizar correctamente hasta el punto de pátina que nos parezca aceptable.
Unos bronces excesivamente brillantes no solo no son adecuados, sino que quitan personalidad a una pieza antigua.
Reintegradas y entonadas todas las chapas, aún nos queda la mitad del trabajo, barnizar a muñequilla y devolver la luz que en su día tuvo. Estos serían los movimientos que aplicados cientos de veces y con armonía en entrada y salida de la muñequilla, tendríamos que realizar con distintas concentraciones de gomalaca hecha artesanalmente.
Decimos artesanalmente para graduar la concentración y el color, ya que hay tres tipos distintos, si aplicamos una comercial no tendremos esa ventaja. Controlar los ingredientes es fundamental para ajustar el trabajo.
Este es un proceso muy lento pero muy placentero, aún recuerdo a mis maestros arropar con manta cada pieza al cerrar y decirnos sobre este arte que no se puede forzar nada, trabajar con mimo pero con firmeza y decisión, sin prisa y observando día a día lo que te va pidiendo la pieza a medida que se va cerrando el poro. ARMONIA en una palabra. Me apasiona.
Del montaje de bronces os diré que seguimos reservando un día entero para el montaje de herrajes y nunca nos sobra tiempo. A pesar de numerar y guardar todo con orden, siempre habrá un clavo que falte, se rompa o no encaje. La ley de Murphy.
Un hermoso día luminoso nos acompañó en las fotos finales que nos hizo Cesar Baca, colaborador ya habitual en nuestra web. Esperamos que os guste este trabajo. Gracias Rosa por dejarnos formar parte de tu precioso secreter estos meses y gracias como siempre a todas las manos, mimos y buen hacer de los que formamos este taller.
Aquí tenéis algunos antes y después de los detalles de este mueble.
La tapa del escritorio en la parte superior y detalle del fileteado de boj.
Cuerpo superior.
Cajón frontal. Detalle de estado inicial, limpieza y barnizado final.
Otros detalles.
Gracias por vuestros comentarios. Nos encanta leeros y poder compartir proyectos como este.
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