Ya sabéis que en nuestro taller somos alérgicos a comprar, nos gusta elaborar y enseñaros en nuestros talleres a hacer cualquier mezcla que necesitemos, como la pintura de cal, o también llamada pintura de tiza, y adecuarla al trabajo que necesitamos. Siempre aconsejamos observar los herrajes y limpiar suavemente la pieza antes de decidir qué hacer.
Vemos que la calidad de los bronces no es buena, el acabado de barniz es a pistola sobre una chapa de una pieza con el dibujo ya hecho y pegada a una estructura de DM. Es por esto por lo que decidimos que en este caso este mueble es perfecto para recuperarlo de otra forma.
Con los herrajes siempre procedemos del mismo modo, los retiramos y numeramos por orden con todas las piezas y sus tornillos. Las piezas planas van fijadas en una tabla como siempre. Una buena idea para los remates de las patas, como podéis ver en la primera imagen, es fijarlas con cola caliente en un taco de palet para trabajar libremente con ellas. Ya hemos decidido que algunas piezas no irán finalmente en la cómoda y las hemos dejado sin tratar.
Retiramos el polvo y la suciedad de los herrajes y hacemos una mezcla con arenas y varias tonalidades de pintura especial para metales y envejecerlos, insistiendo mucho en cada recoveco.
Una vez seca la pintura, sólo nos queda hacer una pátina grasa para matizar ligeramente el acabado del metal. Conviene no dejarla demasiado tiempo y retirar con una brocha seca para que no se agarre más de lo necesario. Cuando montemos los herrajes en el mueble, retocamos de igual forma las cabezas de los tornillos para que queden perfectamente integradas.
Empezamos con la madera.. Retirar un barniz industrial como éste con pistola de calor es complicado porque podríamos quemar la finísima chapa pegada, así que optamos por varias capas de decapante que neutralizamos al finalizar. Estucamos con masilla los agujeros de los herrajes que no vamos a reponer y alisamos con un poco de lija.
Y aquí viene la pregunta del millón. ¿Por qué preparamos tanto la superficie hasta llegar al poro de la madera si la pintura de tiza lo va a cubrir todo? Pues por dos razones importantes: una es que si pintamos con esta pintura sobre el barniz, al realizar el decapé saldría estrafalario y rompería aleatoriamente y no se conseguiría el efecto envejecido bien trabajado que nosotros queremos.
La segunda es porque aprovechamos la limpieza para reparar e igualar a nivel las chapas levantadas, agujeros y cualquier otra imperfección. La preparación es clave para un acabado de calidad, duradero y auténtico. La pregunta sería más bien cuánto queremos que dure en buen estado el trabajo. Hemos preparado pintura a la tiza artesana a partir del nuevo color Bamberg, hecho en el taller, y la hemos aplicado directamente sin imprimación previa; no hace ninguna falta al haber limpiado bien la madera. Todo el paso a paso de la elaboración de esta pintura a partir de cualquier pintura acrílica os lo explicamos en el cuaderno online Nº2 Decapé.
Para facilitar el manejo de los cajones, hemos encerado las guías e interiores, ya que son piezas muy pesadas.
Por nuestra parte esta cómoda es eterna, acabada a la cera y pulida a conciencia, con un desgastado sutil a petición de la propietaria. No hemos incorporado los herrajes en los pies, laterales ni faldón, aunque están preparados para ser incorporados si finalmente así se decide, pero para nosotros está mejor así, más ligera sin ellos. A falta de la tapa de mármol en color beige que se pondrá encima ya en su domicilio, la cómoda estilo Luis XV está lista.
Esta vez la he pillado en la hora tonta, Yolanda nunca quiere salir, pero está tan encantada como yo del resultado final.
Esperamos que os haya servido de inspiración para aprovechar algún mueble como el nuestro, que seguramente os encanta de línea pero que ya os resulta algo aburrido.