Ocular las tuberías de la casa es lo mejor que podemos hacer. Puesto que, cuando nos planteamos el desarrollo de nuevas instalaciones en el hogar, tenemos que planificar detenidamente una serie de pasos para que no se presenten problemas posteriormente. Uno de los aspectos que hay que considerar es que, estos montajes, implican el emplazamiento de varias tuberías, encargadas de llevar el agua caliente a todas las estancias.
Las instalaciones que van por el suelo, conllevan la colocación de tuberías que discurran por el mismo. Si vamos a colocar conducciones nuevas, la mejor solución para guardar la estética de la vivienda, es situar los caños empotrados, así que hay que meditar con anterioridad el lugar más indicado para encajarlos sin que se note demasiado.
En el caso de nuevos pavimentos, la solución es muy sencilla: habrá que dejar una canalización para que pasen. También podemos contenerlas un molde de tableros o chapas que sirva de encofrado al hormigón. Si no deseamos hacer tanta obra y dejamos los tubos por la pared, elegiremos la disposición horizontal por resultar más fácil de disimular.
Guardar la estética
Si nos planteamos el adquirir una vivienda de segunda mano, debemos saber que en muchas casas existen tuberías a la vista debido a que son antiguas. Probablemente, tendremos que acometer ciertas reformas, y una de ellas será la de tratar de ocultar estos caños tan poco decorativos. Estos conductos suponen un defecto visual en la armonía de estancias como el cuarto de baño o la cocina.
Los materiales de fontanería de hoy en día nos permiten simular las tuberías sin demasiado esfuerzo, sin embargo, hay que descartar otras opciones más sencillas antes de recurrir al encajonado definitivo. Pintar las tuberías del mismo color que la pared puede servir mientras que un mueble alto actuará de parapeto de las tuberías verticales.
Otro truco útil y muy sencillo, es colocar los conductos al amparo de las cortinas siempre y cuando no supongan un obstáculo a la hora de correrlas. Igualmente, cabe la posibilidad de disponer rieles especiales que, al tiempo que esconden los tubos, sirven de carril para la cortina. Otra alternativa es colocar una moldura o bandó que cubra perfectamente ambos elementos.
Los huecos de los muros que sirven de puertas y ventanas llamados vanos, son cubiertos con listones de madera o tapajuntas. Podemos pasar las tuberías por el borde de estos elementos para que se confundan.
Emplear el encajonado
Una vez desechados todos los trucos fáciles para disimular las tuberías, nos queda el remedio del encajonado. La creación de un armazón y la posterior fijación de los tableros, permitirá a las cañerías discurrir por un espacio cubierto permaneciendo ocultas a la vista. Los encajonados de madera son los más frecuentes y son muy fáciles de fabricar. Además, sólo necesitarás algunos materiales y no se trata de una operación complicada.
Tendrás que adquirir en una tienda de bricolaje, listones de madera de 5 x 2,5 cm. con los que formarás el armazón o bastidor que luego soportará los tableros. Éstos se encargarán una vez tomadas las medidas. Los listones se fijan a la superficie con tirafondos y tacos de expansión. Una vez construido el bastidor, pasaremos a clavar los tableros utilizando puntas cada 15 cm. aproximadamente. Para rematar, taparemos las cabezas con masilla para madera.
El material de los tableros al que tenemos acceso es muy variado: fibra, contrachapado, aglomerado, etc. En función del contenido que lleven las tuberías, habrá que tener presente la adquisición de elementos aislantes para recubrir los conductos encajonados puesto que el material de los tableros puede deformarse por la acción de, por ejemplo, el agua caliente.