Aparentemente, el tejado se ve bastante bien, pero al subir para comprobarlo mas de cerca, alguna teja se ha roto. Para intentar evitar la entrada de agua, le había puesto un plástico (en realidad dos, uno en cada lado del tejado), pero me he dado cuenta que no sirve de mucho.
Aquí tenemos el tejado en toda su inmensidad. No es muy grande, pero el trabajo que da, lo hace inmenso.
Para mas lió, el verano a sido muy tormentoso, así que tendría que ir haciendo las reparaciones, mientras quitaba las tejas. El encuentro entre la fachada derecha y el tejado, lo he repasado con cemento rápido, procurando que penetre bien entre las dos superficies.Después pongo masa, dejando una media caña, para que el agua tenga mas facil caer sobre el tejado, que introducirse entre el tejado y la fachada. Esta masa esta dentro de una roza que he hecho en la pared. En realidad solamente he levantado el revoco, porque la pared es de hormigon, pero el revoco tiene bastante profundidad.
También voy dando por toda la superficie del tejado el cemento rápido. Primero con la paleta, pero después con una brocha grande, como las de empapelar. Deja una capa homogenea y bastante lisa. Con esto, se tapan las grietas del cemento, los agujeros del plastòn de masa de las tejas viejas y dejan una superficie mejor, para pintar posteriormente con la pintura impermeabilizante.
Poco a poco llegamos hasta el final del tejado. Ya le han caído un par de tormentas, no muy fuertes, y no parece que entre nada. La ultima hilera de tejas, esta bastante bien acomodada a la fachada, así que no le veo necesidad de moverlas. Eso si, le he puesto una capa de mortero, desde la fachada hasta el interior de la teja. También he aprovechado para rellenar los huecos de ladrillo en la fachada.
Y ya que estamos, intentare darle un lavado de cara a los contrafuertes y la fachada, que le hace un poco de falta.Con el tejado ya despejado, vamos a tomar un respiro, y empezar a reconstruir todo. Pero eso lo veremos en el próximo "capitulo".
Hasta otra.