La mayoría de expertos y profesionales de la pintura atribuyen los buenos resultado a una correcta elección de los materiales y a su óptima utilización. Además, la distinción en la aplicación de pinturas interiores y exteriores es otro factor relevante a tener en cuenta.
Materiales y herramientas
- Brocha o pincel.- Rodillo.
- Espátula.
- Llana.
- Lija de grano grueso y fino.
- Nivel.
- Imprimación selladora.
- Masilla reparadora.
- Pinturas al agua.
- Cinta de carrocero, papel de periódico, cartón o mantas protectoras.
Preparamos la superficie
Antes de comenzar con la pintura, debemos examinar paredes y techos. Una vez identificadas cavidades, grietas o imperfecciones, nos disponemos a repararlas. Para llevar a cabo esta labor, extenderemos masilla reparadora en una espátula o llana, la colocaremos en los desperfectos, alisamos la superficie y retiramos el sobrante.Una vez seco el producto, lo lijamos para conseguir una mayor uniformidad y una textura adecuada de la superficie. Para terminar, con un paño mojado, limpiamos la superficie que tratamos con anterioridad. De este modo, evitaremos que la pintura pueda ahuecarse por la acción del polvo.
Una mayor comodidad
A la hora de comenzar con la imprimación de pintura, es aconsejable disponer del mayor espacio posible para trabajar. Retirar el mayor número de muebles y objetos de la estancia nos permitirá tener una mayor movilidad, que facilitará nuestros desplazamientos con la escalera, además de habilitar una mayor superficie para colocar las herramientas.Es muy importante proteger suelos, muebles, zócalos y rodapiés de los posibles goterones. Para ello, es recomendable colocar trozos de cartón, papel de periódico e incluso mantas o sábanas viejas. Evitar goteos o salpicaduras es muy difícil, a menos que utilicemos un tipo de pintura especial.
Para acceder con comodidad al techo de la habitación, puedes fabricar tu propio andamio, utilizando dos escaleras enfrentadas. Unidas por una tabla de madera maciza, abarcarás una mayor superficie sin la necesidad de subir y bajar de la escalera repetidamente.
Aplica una pintura actual
Ahora sí que estamos preparados para comenzar con la imprimación de pintura. Para dotar de un aire vanguardista a la estancia vamos a trabajar con tres colores diferentes, el blanco para el techo, un tono salmón para las paredes y amarillo para los detalles -aplica tonos empalidecidos para que no resulte estridente-. El diseño que vamos a utilizar será el siguiente:En dos de las cuatro paredes de la estancia realizaremos una franja de color salmón desde el suelo hasta el techo con un tamaño aproximado a un tercio de la pared. Luego, en ambas esquinas, pintaremos otras dos franjas con un grosor menor, pero proporcionado. Si tenemos alguna columna en la estancia también podemos colorearla.
- Comenzamos pintando los bordes del techo que limitan con las paredes. Para ello, utilizamos una brocha de tamaño reducido y para los más perfeccionistas un pincel.
- Una vez bien enmarcado el techo, y cuando ya no exista el riesgo de goteo en las paredes, con el rodillo aplicamos la pintura por toda la superficie.
- Con cinta de carrocero delimitamos las zonas de las paredes que van a ir pintadas de un color u otro. Para que impedir líneas de pintura torcidas es importante utilizar un nivel.
- Aplicamos primero el color predominante y luego comenzamos con los detalles utilizando el rodillo.
- Para los lugares conflictivos como los nexos entre ambos colores o de la pared con el techo, aconsejamos la utilización de una guía de plástico y de brocha pequeña o pincel.
Para obtener un buen resultado recomendamos la aplicación de dos manos de pintura. Eso sí, respetando los tiempos de secado entre una y otra.