Pues bien, esta radio que veis aquí perteneció a mis abuelos durante décadas y este verano, después de varios años sin ir, volví a la casa del pueblo. Allí encontré esta maravilla junto a otra más moderna de los años 80. La cogí, la enchufé y rece por que funcionara... y funcionar, funcionó, aunque no de la manera que yo pretendía. Cuando abrí la tapa trasera me di cuenta que el viejo motor de válvulas tan característico de estas radios había sido sustituido por mi tío por una placa base de radio moderna para que funcionara. Así que me dijeron si la quería y yo por supuesto dije que si.
Cuando llegué a casa de las vacaciones lo primero que hice fue limpiarla al completo, sacando décadas de polvo y adecentandola un poco, la lijé y la barnicé a muñequilla aunque le dejé todo tal cual estaba para que fuera lo más original posible, y desde luego iba a ser difícil sabiendo que dentro estaba hueca.
Mis abuelos me contaron como la escuchaban y muchos vecinos venían a escucharla con ellos pues en los años 50 en ese pueblo apenas tenían nada. Me conmovió la historia y dado que era una herencia familiar decidí acabar el trabajo. Con Bastante suerte contacté con un hombre que era un coleccionista de radios antiguas y que ademas, las reparaba, así que le pedí que me la dejara lo más original posible. Y lo hizo, consiguió prácticamente todas las piezas originales y de la época, y le devolvió su pasado glorioso. Y ahora, a seguir con la historia.